La contundente victoria electoral de La Libertad Avanza a nivel nacional dejó a la oposición desconcertada en la Cámara de Diputados. Los planes del peronismo y los sectores más duros de la oposición dialoguista, que apostaban a sancionar el Presupuesto 2026 antes del recambio del 10 de diciembre, evalúan los pasos a seguir.
El presupuesto 2023 fue el último aprobado por el Congreso de la Nación, ya que desde la asunción de Javier Milei, el oficialismo pospuso su tratamiento. Esto provocó que todas las partidas presupuestarias para áreas esenciales del Estado Nacional quedaran desfasadas de la realidad, a causa de la inflación.
Cerca de Martín Menem, presidente de la Cámara, se muestran confiados y plantean que después del resultado del domingo “sería lógico que la oposición proponga algunas modificaciones mínimas al texto del oficialismo”. Ese proyecto no contempla partidas para implementar las leyes de emergencia en pediatría (Garrahan) y discapacidad, tampoco el aumento del financiamiento universitario. Hasta antes de las elecciones, eso era inaceptable para la mayoría de los bloques opositores.
Los libertarios especulan con que llegarán a un acuerdo para posponer el debate y tratar la “Ley de leyes” durante sesiones extraordinarias, mientras que el peronismo insiste en que está trabajando en su propio proyecto y firmará dictamen la semana que viene, como estipula el emplazamiento aprobado en el recinto. Pero si bien esa mayoría opositora le puso un límite de tiempo al Gobierno hace apenas dos meses, el escenario político sufrió un cimbronazo.
En concreto, para que exista un dictamen válido, más de la mitad de los presentes deben firmar algún dictamen (el peronismo no tiene mayoría propia en la comisión). Por lo tanto, el Gobierno podría desactivar el avance opositor si llega a un acuerdo con algunos bloques estratégicos para que no firmen ningún despacho. También puede ocurrir que tanto el peronismo como otros bloques avancen con sus dictámenes, pero luego no tengan los votos para conseguir la media sanción en el recinto.
A partir del resultado electoral del 26 de octubre, el oficialismo recuperó la iniciativa política y también dejó trascender que vetaría cualquier iniciativa que no esté a tono con los planteos libertarios. Los gobernadores se mantienen expectantes, ya que el bloque La Libertad Avanza tendrá mucho margen de maniobra con la nueva conformación de la Cámara y no estará obligado a acordar con todas las provincias para conseguir mayoría, por lo que nadie quiere correr el riesgo de mostrarse demasiado confrontativo y quedar afuera de la mesa de negociación.



