A partir de una nueva revisión de casi 70 trabajos, donde participaron más de 7.000 parejas de madres y bebés, se llegó a la conclusión de que los bebés que tienen contacto piel con piel con su mamá en la primera hora de nacer, presentan más probabilidades de experimentar varios beneficios. Entre los mismos se incluyen la lactancia materna exclusiva, así como una temperatura corporal y concentraciones de glucosa en sangre óptimos.

Por otra parte, se estudiaron posibles beneficios en la madre como los efectos en pérdida de sangre y momento de alumbramiento de la placenta, pero la evidencia fue menos clara. Los hallazgos se publicaron en Cochrane.

Contacto piel con piel

Este método consiste en colocar al recién nacido desnudo sobre el torso descubierto de la madre inmediatamente después del parto. Esta sencilla práctica ayuda a los bebés a adaptarse a la vida fuera del útero, manteniéndolos calientes, reduciendo el estrés y el llanto y favoreciendo las actividades vitales como la respiración y la frecuencia cardíaca.

La evidencia es tal que los autores del trabajo desaconsejan hacer más ensayos aleatorizados donde el piel con piel no se ofrezca al grupo control.

Beneficios claros para los bebés

Esta revisión se basa en una actualización previa de 2016 que fundamentó para 20 guías internacionales, incluida una recomendación de la Organización Mundial de la Salud. La nueva actualización añade 26 nuevos estudios, lo que da un total de 69 ensayos con más de 7.000 parejas de madres e hijos, la mayoría llevados a cabo en países de ingresos altos.

Entre los principales resultados, se observó que las madres que tienen un contacto piel con piel con sus bebés en las primeras horas tras el parto tienen más probabilidades de dar el pecho de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida del bebé.  La lactancia materna exclusiva comporta muchos beneficios a la salud de las madres, los bebés y a los sistemas sanitarios. 

Además, alrededor del 75% de los bebés que tienen contacto piel con piel se alimentan de leche materna en exclusiva al mes de vida, comparado con el 55% de bebés de los grupos que no tuvieron contacto piel con piel. El contacto piel con piel también estuvo vinculado a mejores niveles de glucosa en sangre, temperatura corporal, respiración y frecuencia cardíaca.

Sin embargo y a pesar de las recomendaciones, muchos sistemas de salud continúan separando a madres e hijos durante ese período.

Históricamente, se ha separado a los bebés de sus madres inmediatamente después del parto para llevar a cabo procedimientos rutinarios como su exploración física, pesaje y baño, lo que ha evitado un contacto piel con piel inmediato”, afirmaron. Y añadieron: “Incluso en países con asistencia de alta calidad, esta práctica, fácil y sencilla de aplicar, no constituye la práctica habitual”.

Además, indicaron: “Impedir el contacto piel con piel ahora se consideraría poco ético, ya que hay suficientes pruebas para demostrar que su práctica mejora la salud y la supervivencia del bebé”. 

Y subrayaron: “Aunque los estudios aptos para esta revisión no se centraron en la supervivencia, otros estudios de contextos de bajos recursos han mostrado que el contacto piel con piel puede ser decisivo entre la vida y la muerte en neonatos de bajo peso al nacer. El reclutamiento para un ensayo grande de hospitales indios y africanos se detuvo después de que los datos preliminares mostraran que el contacto piel con piel mejoró significativamente la supervivencia”.

Para los autores, la futura investigación debería priorizar el mejorar la calidad de los estudios y centrarse en la aplicación, en lugar de analizar la propia intervención.

Fuente: SINC.