Las personas adultas mayores suelen contar con pérdida de peso y masa, fuerza y función muscular. Sin embargo, en algunos casos esto se debe al padecimiento de una enfermedad denominada "sarcopenia". La misma se encuentra dentro del espectro reumático y se asocia al envejecimiento, aunque debe diagnosticarse y recibir el tratamiento adecuado para suavizar el impacto negativo en la salud y calidad de vida.
En este aspecto, desde la Sociedad Española de Reumatología (SER) lanzaron un comunicado en donde advierten la necesidad de visibilizar esta patología ya que se trata de una enfermedad progresiva y afecta directamente a la movilidad.
“Debido a su desconocimiento, es importante aumentar la conciencia sobre la misma para permitir una detección más temprana y un abordaje adecuado de las personas afectadas”, subrayaron.
Sarcopenia
Las causas son multifactoriales, además del envejecimiento pueden influir la genética, así como otras patologías como otras enfermedades reumáticas, la inflamación, enfermedades endócrinas, cáncer, entre otras.
Asimismo, alteraciones en el estado nutricional, cambios hormonales, inactividad física y determinados tratamientos, como los corticoides.
Sintomatología a tener en cuenta
Entre los signos más frecuentes se encuentran la debilidad, la pérdida de peso sin causa justificada, la disminución de la masa muscular o las caídas de repetición.
A largo plazo, “la sarcopenia puede derivar en fracturas, discapacidad física, hospitalizaciones, peor recuperación tras enfermedad aguda, menor calidad de vida y mayor mortalidad”.
El diagnóstico es obtenido mediante pruebas para medir fuerza muscular así como rendimiento físico, pruebas de imagen (ecografía, tomografía computarizada, resonancia magnética, densitometría ósea, entre otras), para cuantificar la masa muscular.
El tratamiento
Para tratar la sarcopenia, fundamentalmente se realiza ejercicio adaptado con entrenamiento de fuerza y resistencia en pos de mejorar la masa muscular y función física. Asimismo, es importante una dieta sana junto a un aporte adecuado proteíco y de vitamina D, la cual, en algunos casos, debe ingerirse por medio de suplementos.
Fuente: EFE.



