Esta semana se anunció la creación del primer banco especializado en finanzas corporativas del país a raíz de la fusión por absorción del Banco de Valores (VALO) con Columbus Investment Banking, activa operadora del mercado de capitales.
“Estamos dando forma a una entidad que brindará una cobertura de servicios financieros completa, incluyendo mercado de capitales, banca de inversión, banca corporativa y transacciones de todo tipo de securities”, destacaron desde ambas entidades en un comunicado.
Y lo importante de la novedad está en la visión del negocio que plantean: una mezcla entre banco y agente de Bolsa, una tendencia poco desarrollada en Argentina y con amplias posibilidades de crecimiento.
En efecto, plantean constituir una idea de banco de inversión, bien focalizado en servicios a grandes empresas, que estructure productos de inversión y financiamiento, y los integre con el modelo de custodia de Fondos comunes de Inversión (FCI); en otras palabras, el modelo de un banco que esté en toda la cancha financiera con foco corporativo
En definitiva, esa fusión entre banco y agente de bolsa es un paso hacia la jerarquización y profesionalización del mercado de capitales y el armado de productos estructurados para el financiamiento de grandes empresas.
Con esta fusión se empieza a asentar la tendencia de complementar el sistema bancario con el bursátil. Tendencia que en abril tuvo su precedente cuando el Banco Central le aprobó al Mercado Argentino de Valores la compra de un pequeña parte del capital del Banco del Sol, que es propiedad de Sancor Seguros.
Lo cierto es que todos estos movimientos además expresan las expectativas que genera en el sector financiero la consolidación del nuevo modelo económico nacional. Y es que un banco de las características que pretende la fusión entre Valo y Columbus sólo se entiende si detrás hay una visión de que la economía crecerá y que habrá demanda de financiamiento.
Ocurre que todo el reordenamiento de la macro (dólar e inflación) empieza a hacer más previsible el futuro económico y eso activa inversiones que se requieren financiar con diversos mecanismos. Y ahí aparecen los actores del sistema bursátil buscando acomodarse para poder ofrecer alternativas de financiamiento y así capitalizar ellos también el nuevo momento. Y es por eso que semana a semana se suceden novedades. Repasemos sólo las últimas que dan cuenta de la vitalidad de los operadores:
1) La gestora de fondos del grupo Adcap cerró un joint venture con "Explorador Capital" (que desde 1997 coloca fondos de EEUU en AL) para invertir en acciones de empresas argentinas apostando al impacto positivo de la progresiva desregulación del mercado que encara el gobierno.
2) La Alycs rosarina LBO, pionera en la integración de mercados de valores y agrícolas, anunció ayer que sumó como accionista minorista a Cigra, la muy importante agropecuaria cordobesa. "Esta incorporación propicia la salida de accionistas no operativos de la compañía, reconfigurando su estructura societaria. Desde hace más de 10 años, LBO transita un proceso de transformación hacia la profesionalización de su estructura de negocios", se informó.
3) La Alyc cordobesa Dracma informó que compró parte de la colega porteña Patente de Valores, y tras integrarse pasa a llamarse Dracma Investments. Suma escala, management y el negocio de administración de carteras al que ya tenía maduro: financiamiento a pymes.
4) La Alyc porteña Balanz emitió su propia Obligación Negociable (ON) consiguiendo financiamiento por US$35 millones que utilizará para financiar su crecimiento.
En definitiva, todos los cambios de ciclo económico generan mejores perspectivas, y el sector financiero se prepara para capitalizarlas.