La selección es lo más importante en el mundo AFA. La selección debe ser lo más importante de la Asociación. Está fuera de discusión. Desde que Menotti le dio la entidad que debía tener cuando asumió. César debutó un 12 de octubre de 1974 contra España y allí arrancó un proceso que veía más allá de lo urgente. El llevó adelante un verdadero proyecto que se robusteció con el Mundial 78, pero cuyo principal aporte fue poner en valor a la representación futbolística de un país que a partir de entonces se transformaría, más allá de los resultados, en prioridad absoluta. Y está bien. Pero, siempre hay un pero, no hay que abusar.
La fecha Fifa que para Argentina arrancó anoche con la victoria sobre Venezuela y terminará el martes, ayer contra la Vinotinto y el martes ante Puerto Rico, son aportes que parecen innecesarios que atentan contra el fútbol de entrecasa, que por cuestiones de agenda insalvables, no puede parar. Y entonces se producen desarreglos evitables.
En Europa no hay torneos locales esta semana, pero además se juegan eliminatorias. No hay comparación entre la importancia de una competencia y un par de amistosos de bajísimo nivel.
Argentina enfrentó anoche a una selección devaluada y juvenil, con entrenador interino, y en unos días se topará con un adversario sin historia, quizás el más endeble de todo el ciclo Scaloni.
¿De qué sirve? ¿No se podía evitar? ¿Eludir la convocatoria de jugadores del ámbito local? Seguramente la respuesta de Scaloni sería un rotundo “no”.
El técnico siempre va a encontrar algunos elementos que le permitirán sacar conclusiones por más desproporcionadas que sean las fuerzas que se enfrentan.
Es más, no hay que hacer mucho esfuerzo para entender que a Scaloni le sirve más la convivencia y los entrenamientos de un puñado de días que los estos partidos en sí mismos.
Pero debería sopesarse la situación. O suspenden la jornada local aunque se apelotonen las fechas, o se flexibiliza la agenda de la selección.
Si Lionel tiene sus razones, y las esgrime, las justifica (no necesariamente en el ámbito público), en pos del grupo y ciertos ajustes o pruebas de futbolistas, pues entonces habrá que parar el torneo local aunque haya muy pocos resquicios para rediagramar fechas.
Pero no es un tema exclusivo de Argentina.
En Sudamérica las eliminatorias terminaron. Corre el mismo análisis para la forma de actuar de las otras asociaciones o confederaciones sudamericanas.
Newell’s, en medio de un caos institucional y deportivo, perdió anoche a su arquero paraguayo y Central no podrá contar esta noche en Liniers con el colombiano Campaz ante Vélez, sólo por citar a los equipos de la ciudad.
Si se amplía la mirada, River se quedó sin casi toda su defensa titular y Boca sin Paredes, que es casi medio equipo. Racing, por ejemplo, no tendrá a Cambeses, su arquero titular. Palmeiras, en pleno Brasileirao, debe prescindir de Aníbal Moreno y el Flaco López.
¿Tiene sentido el sacrificio para enfrentar a una precaria Venezuela y a un paupérrimo Puerto Rico? No parece.
Algo habrá que acomodar para que la selección sea la prioridad, pero que el torneo local no parezca, o no sea, el último orejón del tarro.
Porque entre otras cosas, los jugadores salen de acá.



