Empleo y competitividad: industriales plantearon a Caputo sus preocupaciones

La UIA expuso la situación del sector y acordó una agenda de trabajo hacia 2026, con foco en reformas laboral y tributaria

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La Unión Industrial Argentina (UIA) cerró 2025 con un diagnóstico preocupante sobre la situación del sector fabril, marcado por una actividad amesetada, pérdida de puestos de trabajo y crecientes dificultades para sostener la producción en distintos rubros. Ese escenario fue el eje central de la reunión que el presidente de la entidad, Martín Rappallini, mantuvo con el ministro de Economía, Luis Caputo, y el secretario de Comercio, Pablo Lavigne.

El encuentro con el titular del Palacio de Hacienda se transformó en el principal hito político e institucional de la jornada, ya que permitió a la conducción industrial exponer de manera directa las preocupaciones del sector y comenzar a delinear una agenda de trabajo conjunta de cara a 2026. Según coincidieron ambas partes, el diálogo continuará de manera periódica con el objetivo de avanzar en medidas que permitan mejorar la competitividad, reducir el denominado “costo argentino” y generar condiciones para la inversión y el empleo formal.

“Hablamos sobre la reforma laboral, la importancia de la formalización y la inversión. Quedamos en repetirla periódicamente y en trabajar juntos para seguir bajando el costo argentino y hacer nuestra industria cada día más competitiva”, expresó Caputo tras la audiencia, ratificando la voluntad del Gobierno de sostener un canal abierto con el sector productivo.

Durante la reunión de Junta Directiva de la UIA, los industriales repasaron los principales indicadores del año y coincidieron en que la actividad fabril mostró una fuerte heterogeneidad entre sectores, con impacto negativo sobre el empleo formal. Los datos presentados reflejaron una pérdida de 4.303 puestos de trabajo en septiembre y un total de 21.190 empleos menos en los primeros nueve meses del año, cifras que encendieron luces de alerta en la conducción de la entidad.

Desde la UIA reconocieron que la estabilización macroeconómica y el equilibrio fiscal constituyen avances relevantes,

pero subrayaron que esos logros todavía no se traducen en una mejora concreta de la actividad industrial. En ese sentido, señalaron la necesidad de políticas complementarias orientadas a facilitar el acceso al crédito productivo y a reducir una presión fiscal que describieron como récord, especialmente sobre los bienes transables que compiten con productos importados en condiciones desiguales.

La preocupación por la competitividad externa fue uno de los puntos centrales del intercambio con Caputo. Los industriales remarcaron que la industria local enfrenta elevados costos impositivos, logísticos y laborales, lo que limita su capacidad para sostener niveles de producción y empleo frente a la apertura comercial y la competencia internacional.

Reforma laboral y tributaria en el centro del debate

Otro de los ejes de la agenda fue el inminente tratamiento legislativo de la reforma laboral impulsada por el Poder Ejecutivo. Desde la UIA consideraron que el debate en el Congreso representa una oportunidad clave para comenzar a revertir problemas estructurales del mercado de trabajo argentino, luego de más de una década sin crecimiento del empleo registrado.

Según expusieron los industriales, la iniciativa apunta a reducir la litigiosidad, otorgar mayor previsibilidad a las empresas y generar incentivos para la creación de empleo formal, condiciones consideradas indispensables para un sector intensivo en mano de obra y con fuerte impacto a lo largo de su cadena de valor.

En paralelo, la entidad volvió a insistir en la urgencia de avanzar con una reforma tributaria integral, con foco particular en las pymes, para aliviar la carga impositiva sobre la producción y mejorar la competitividad sistémica de la industria nacional.

El cierre de 2025 encuentra así a la industria en una situación desafiante, pero con una agenda de diálogo abierta con el Gobierno. Con las reformas laboral y tributaria como ejes centrales, la UIA apuesta a que 2026 marque un punto de inflexión para recuperar la actividad, frenar la pérdida de empleo y sentar las bases de una industria más competitiva.

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