Dos activistas de la organización ecologista Just Stop Oil fueron detenidos este miércoles por rociar con pintura los monolitos del famoso yacimiento prehistórico británico de Stonehenge. El propio grupo de defensa del medioambiente, conocido por sus ataques vandálicos a símbolos de la cultura, anunció esta nueva detención.

La policía de Wilshire, en el suroeste de Inglaterra, informó en un comunicado que detuvo a dos sospechosos, mientras que Just Stop Oil, que pide el fin de la explotación de combustibles fósiles, se atribuyó la responsabilidad de la acción asegurando que la pintura en polvo utilizada "pronto desaparecerá con la lluvia".

En un video publicado por el grupo, se ve a los manifestantes corriendo hacia dos de los megalitos de Stonehenge que forman un círculo y rociando pintura en polvo naranja mientras otra persona intentaba detenerlos.

"Los agentes acudieron al lugar y arrestaron a dos personas sospechosas de dañar el monumento", informó la policía, cuando la zona se prepara para recibir a miles de visitantes durante el solsticio de verano.

Por su parte, la organización ecologista afirmó a través de una publicación en la plataforma X que la sustancia "pronto desaparecerá con la lluvia, pero no la necesidad urgente de una acción gubernamental eficaz para mitigar las consecuencias catastróficas de la crisis climática y ecológica".


Construido en etapas entre aproximadamente los años 3000 y 2300 antes de Cristo, Stonehenge es uno de los monumentos megalíticos prehistóricos más importantes del mundo debido a su tamaño, planta sofisticada y precisión arquitectónica. El monumento en el sur de Inglaterra es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los lugares turísticos más visitados de Gran Bretaña.

El primer ministro conservador británico, Rishi Sunak, denunció "un vergonzoso acto de vandalismo contra uno de los monumentos más antiguos e importantes del Reino Unido y del mundo".

Just Stop Oil ganó prominencia en Gran Bretaña por sus perturbadoras protestas ambientales, en las que sus activistas cerraron importantes rutas, interrumpieron eventos culturales y deportivos e incluso arrojaron sopa a un cuadro de Van Gogh. El grupo quiere que el gobierno británico ponga fin a la extracción y quema de petróleo, gas y carbón para 2030.