Referentes de la industria audiovisual manifestaron preocupación luego de meses de "cabildeo" con diputados y diputadas provinciales, al observar que no hay avances en el tratamiento del proyecto conocido como “ley de Cine”, que prevé regular a este sector que genera puestos formales de trabajo y genera divisas en la región.

Realizadores y trabajadores audiovisuales destacaron que “empresas productoras y trabajadores vienen abogando por la jerarquización y el desarrollo sostenido de la actividad”, sobre la cual recordaron que “cuenta con rango de Industria en la provincia, y por eso la autoridad de aplicación será el Ministerio de Desarrollo Productivo”, y para que su desarrollo sea industrial en los hechos, “se necesita de mucho más que una declaración”.

El objetivo de la ley de Cine es desarrollar el potencial económico y cultural de este sector, a partir de fondos formales de fomentos, reapertura de salas de cine, becas para estudiantes, un festival internacional provincial, un registro con estadísticas del sector, una cinemateca de preservación y difusión de patrimonio, políticas claras de difusión y de distribución, y la creación de un consejo asesor.

El proyecto de ley se viene cocinando a fuego lento desde hace más de diez años, y en 2022 se conformó formalmente la comisión de ley de Cine de Santa Fe, con más de 80 realizadores y trabajadores audiovisuales, sindicatos y cámaras de esta industria, desde la cual se pensó su contenido. Ya consensuado, en 2023 fue ingresado por Matilde Bruera en la cámara de Diputados, con el apoyo de otros 11 legisladores.

Con el cambio del cuerpo legislativo tras las elecciones, los diálogos con los nuevos diputados continuaron, y hay intenciones de tratamiento por parte de algunos, según dieron a saber a los cineastas. Sin embargo, la preocupación persiste ante la falta de acuerdos. El reclamo es que obtenga dictamen en la comisión de Cultura, para luego atravesar la de Presupuesto y que sea tratada en sesión ordinaria antes de perder estado parlamentario en noviembre.

Esta preocupación fue llevada a Rosario3 por dos de sus referentes: la realizadora y productora de asociación de Productores de Santa Fe (Appas), Pamela Carlino, y el prosecretario gremial del sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (Sica) en Santa Fe y la región, Carlos Welti.

“Todos los diputados con los que venimos hablando nos manifestaron su apoyo, pero sigue sin debatirse, y en noviembre pierde estado parlamentario, lo que significaría perder más tiempo para elevar el proyecto de ley nuevamente”, dijo Carlos Welti, al tiempo que Pamela repasó: “El año pasado entendíamos que había que esperar, por los cambios electorales, y ahora este año no hubo ningún avance en el debate del proyecto. Necesitamos que salga el dictamen para que llegue al Senado, y así luego se incorpore en el presupuesto del 2025 en Hacienda provincial”.

Una de las provincias más productivas en cine

Carlino y Welti coincidieron en que, a nivel nacional, Santa Fe está entre las seis provincias que más aportan en cantidad de producciones audiovisuales del país. Y a la vez expresaron que sin ley propia, esta industria puede quedar fuera del escenario. “Necesitamos visibilizar que, a pesar de la recesión, el sector está consolidado, trabaja activamente, tiene capacidad plena, da trabajo a proveedores en todos los territorios de la provincia”, coincidieron.

Remarcaron que se trata de una industria con mucha conciencia de que los contratos sean regulados, así como sus proveedores (catering, transporte, hotelería, rentals, talleres de varios oficios y servicios de profesionales). Y es un asunto destacable, ya que “las divisas que se generan en cada película quedan en la región, porque todos esos proveedores son de acá”.

Consultados sobre qué ocurre al no tener regulación, Welti precisó que no permite a las empresas una estrategia de coproducciones, como sí lo realizan provincias que tienen su ley de Cine como Mendoza, Córdoba o Buenos Aires. “El nuestro es un recurso humano que está formado y que se está formando con las varias escuelas de cine de la provincia, y para que tengan trabajo, es necesario fomentarlo”, precisó.

La capacidad productiva, consignaron, es de entre dos y tres filmaciones medianas en simultáneo en el territorio provincial, entre los recursos humanos santafesinos y los rosarinos.

La ley va a generar divisas a la región, posibilidades de créditos blandos, concursos, becas, convenios con municipios, y un fondo de fomento formal, aseguraron. Y la propuesta es que sea creado un consejo asesor de esta industria, dentro del Ministerio de Desarrollo Productivo, y del cual participen funcionarios del Ministerio de Cultura, que ya tienen el expertise.

Realizadores del film "El infierno de los vivos", en un rodaje en agosto de 2023.

Como toda industria, busca crecer con créditos, inversiones, puestos laborales y proveedores especializados

Pamela destacó que este sector fue incorporado como industria a fines de 2018 por el entonces gobernador Miguel Lifschitz, y que la comisión de Filmaciones provincial (para la promoción de producciones audiovisuales provinciales en el mundo) fue creada a partir de allí. Es por eso que el órgano de contralor de esa ley, cuando salga, será el Ministerio de Producción.

Carlos señaló que “como tiene el rango de industria, lo que se busca es tener el mismo apoyo que toda industria, como líneas de créditos para poder invertir, porque este sector no es un hobby como se piensa", y agregó: "Hay centenas de familias que dependen de que se genere trabajo”.

Pamela sumó en ese sentido: "Que un sector de una formación técnica muy específica en sonido, fotografía, montaje, etc. y con mucha experiencia. Algunos de estos, contratados por producciones internacionales que han venido a filmar al territorio en estos últimos años, como Argentina, 1985”.

A pesar de la situación de freno a los subsidios del Incaa, los cuales son indispensables para producir cine nacional y para su distribución, destacaron que hay muchos rodajes que vienen del año pasado que permanecen activos, por lo que en los próximos meses se terminarán de crear varias películas.

Por otra parte, más allá del rol clave del Incaa, ambos coinciden en la importancia de la inversión privada. “Venimos afianzando los vínculos también con el sector privado, y sobre estos convenios, es necesaria una legislación para afianzar esos vínculos de manera formal”, destacó Carlino.

Este 2024, aun con recesión e inflación, continúa con producciones, aunque la percepción desde Appas y Sica es que “vienen más lentas, con picos de inversión en las producciones y parates”. Sucede que en estos últimos años la provincia hubo un auge de producciones de películas: desde 2022 en el gremio Sica se registró que se han generado más de 600 puestos de trabajo en largometrajes y otros más de 600 en publicidades.

El déficit que observaron es en un desarrollo de los proveedores de mayor constancia, al no haber una continuidad entre producciones. “El propio Banco Mundial expresó que en este sector cada peso invertido termina inyectado en el territorio en más de siete proveedores, como catering, talleres textiles, talleres de escenografía, vestuaristas, traslados y rentals”, explicó Welti, pero consignó: “El problema con los proveedores es que, sin continuidad de trabajo, no se terminan especializando del todo”.

A continuación, se detallan todos los puestos laborales por rubros en esta industria: jefe de producción; asistente de producción; ayudante de producción; jefe de locaciones; asistente de locaciones; asistente de dirección; continuista; 1º y 2º ayudante de dirección; dirección de casting; asistente de casting; dirección de fotografía; técnico HD; camarógrafo; 1º y 2º ayudante de cámara; key grip; grip; asistente de grip; video assist, fotógrafo de filmación; gaffer; jefe reflectorista; capataz reflectorista; operador de generador; dirección de arte; escenógrafo; ambientador; ayudante de escenografía; vestuarista; ayudante de vestuario; modista; utilero; carpintero; asistente de utilero; realizador; jefe de maquillaje; peinador; ayudante de maquillaje y peinado; dirección de sonido; ayudante de sonido; dirección de sonido post / mezclador; editor de diálogos; editor de ambientes y efectos; compaginador; ayudante de compaginación; cortador de negativos; y aprendiz.

En tanto que, como se mencionaba anteriormente, la industria audiovisual genera trabajo a  sectores tercerizados, y estos son: catering; transporte; hotelería; rentals; talleres textiles; talleres de carpintería; talleres de herrería; insumos tecnológicos; y seguros. Así como los siguientes servicios profesionales: contadores; abogados; traductores; gestores de material de archivo, investigación y conectividad.