Que Santa Fe esté entre las cinco provincias con más accidentes laborales de Argentina no sorprende, porque la nuestra es una provincia en la que tienen preponderancia actividades productivas que están asociadas a índices superiores de siniestralidad que otras con diferentes características: la industria, la construcción, el trabajo portuario y el transporte, por citar cuatro casos, son claramente más riesgosas que el comercio, los servicios o el empleo público, que caracterizan a otros distritos del país.

La última estadística oficial da cuenta de que Santa Fe su ubica como cuarto distrito con más siniestros en el ámbito del trabajo: Buenos Aires (40,5%), CABA (13,7%), Córdoba (8,1%), Santa Fe (7,7%) y Mendoza (5,8%) se reparten el 75,8% de los accidentes laborales notificados en todo el país y de todos los rubros. En la Bota, se observó un incremento interanual del 0,5%.

Pero lo que sí sorprende es la alta litigiosidad laboral que hay en el mundo del trabajo santafesino. Y fue la presidenta de la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), Mara Bettiol, quien remarcó un dato contundente e irrebatible: en 2023 fue de un 62%, cuando el promedio a nivel país se ubicó en el 25% y el porcentaje de litigiosidad en una provincia semejante en su matriz productiva como Córdoba fue del 30%. “Parece que los juicios laborales en Santa Fe son la regla y no la excepción”, dijo en Punto Medio (Radio 2).

Para Bettiol no deja de ser un contrasentido, porque en los últimos años la tasa de siniestralidad marcó una clara tendencia a la baja: “El índice de accidentes y fallecidos en ambientes de trabajo viene bajando en Santa Fe como en todo el país. En ese rubro, los valores son parecidos a Córdoba; pero el número de trabajadores que deciden hacer un juicio porque no ven satisfecha su pretensión no para de crecer. Como que hay una vida propia diferente en la evolución de la litigiosidad"

Y también comentó otro dato que le llamó la atención: los siniestros que se dan in itinere. “Es decir, los siniestros que ocurren en el trayecto entre el domicilio del trabajador y el lugar de trabajo o viceversa: allí Santa Fe tiene un índice superior al resto”. ¿Serán las rutas en mal estado, la invasión de camiones y la falta de conciencia al conducir?

Mara Bettiol, presidenta de la UART.

Bajan los siniestros, suben los juicios

 

Según Mara Bettiol, para evitar las disparidades entre provincias las tasas de siniestralidad laboral se miden en índices. “A Santa Fe hay que compararla con otras con estructuras productivas similares, como la provincia de Córdoba. En esa comparación, ambas se asemejan bastante y no hay mayores particularidades en esos índices de incidencia”.

“El índice se calcula con la cantidad de accidentes y fallecidos por población cubierta. Y Santa Fe, a diferencia de otras provincias, al ser netamente productiva, tiene una preponderancia de actividades más riesgosas. Por eso, mirando la cantidad de trabajadores y tomando eso en cuenta, su índice es normal”, señaló.

Para la presidenta de la entidad que nuclea a las ART “hay varios factores que explican la baja en la tasa de siniestralidad. En particular hay un entorno que genera el sistema de riesgos de trabajo, de circulación de información y de los roles que cumplen las personas involucradas en la prevención, que hace que vaya hacia una mejora. Y también ayuda que la alícuota que pagan los empleadores esté valuada en función de los siniestros que se generan, lo que también es un incentivo importante en ese sentido”.

Pero según la economista, “lo que conspira contra una mayor mejora de ese índice es la gran litigiosidad que hay particularmente en Santa Fe. Y creo que eso se debe en parte a dos factores: el no cumplimiento de la norma a la cual adhirió la provincia en la que se compromete a la constitución del Cuerpo Médico Forense (CMF) y las elevadas tasas de interés que se fijan en distintos lugares de la provincia, siempre en el ámbito judicial”.

Qué es el CMF

El Cuerpo Médico Forense (CMF) es un instituto previsto en la Ley 27.348/2017, de actuación prejudicial, que según lo dispuesto en la normativa revisaría los casos con un criterio médico y bajaría el incentivo para acabar en un juicio. En nuestro distrito el CMF nunca se conformó y según Mara Bettiol, es la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Santa Fe la que está en mora.

Es el superior tribunal de justicia de la provincia el que debe conformarlo, es lo que tiene previsto la ley nacional y la de adhesión que promulgó Santa Fe: que se llame a concurso de peritos especializados en la materia por antecedentes y que cobren honorarios en función de la tarea realizada, como un acto médico, y no con montos atados a la gravedad de la sentencia, con mayor honorario ante mayor porcentaje de daño”, dijo la dirigente.

Bettiol también reclamó que las comisiones médicas hagan sus pericias conforme al Baremo (una tabla que objetiviza el daño derivado de un accidente o enfermedad laboral), para darle equidad y previsibilidad al sistema para que todos tengamos las reglas claras; que un mismo daño sea evaluado de la misma manera, más allá de si es en sede administrativa, en la comisión médica, en la ART o en la justicia: que todos tengamos la misma vara”.

La presidenta de la UART informó que en marzo fue convocada a una reunión con el gobernador Maximiliano Pullaro, quien abogó por un “ordenamiento de estas cuestiones, porque eso irá en beneficio de la generación de empleo, de las reglas de juego que necesitan las empresas para trabajar y en el respeto de los derechos de los trabajadores, que cuando tienen siniestros y no vean satisfechas su pretensión, puedan hacer juicio. Pero que eso sea la excepción y no la regla, algo que en Santa Fe es al revés”.

La construcción es uno de los rubros más peligrosos para los trabajadores.

Más cobertura, ámbitos laborales más seguros

Bettiol admitió que “los trabajadores en negro, por lógica, tienen más accidentes laborales que los que están en blanco: el marco de trabajo bajo una relación declarada de dependencia, con seguridad social y bajo cobertura, generan un ambiente de trabajo más seguro. Por eso debemos aspirar a que ese 40% de trabajadores que están fuera del sistema puedan pasar a tener un empleo de calidad”.

Finalmente, destacó las bondades del actual sistema de prevención de riesgos de trabajo: “Todo lo que pasa en materia de accidentología laboral se declara a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, que elabora programas de prevención basados en esa siniestralidad. Lo mismo las ART, que focalizan su atención en salud y seguridad en empresas que presentan algún desvío y elaboran distintos programas junto a los empleadores. Eso hace que en 28 años de funcionamiento del sistema se haya mejorado mucho. Si más trabajadores se agregan a este universo, mejorará la seguridad de ellos”, concluyó.