Florencia Peña contó que en 2012 cuando se estaba por separar de Mariano Otero, tomó una errónea decisión para intentar reconquistar al padre de sus hijos. Pero la estrategía no funcionó, la pareja se separó y ella se quedó con un recuerdo de por vida. . 

En su paso por Nadie Dice Nada, Flor dijo: “Me llamo María Florencia Peña. Cuando me estaba por separar de mi ex marido, como manotazo de ahogado, para que él no me abandonara, me tatué un Mariano arriba del culo”, y agregó: “Yo fui ignorante total a hacérmelo y creí morir cuando me lo hacían porque estaba arriba del hueso”. 

"¿Por qué pensaste que eso lo iba a retener?”, le retrucó Martín Garabal y Flor le respondió: “Porque yo no estaba bien de la cabeza y por algo él me estaba dejando”.

La artista continúo contando lo que ocurrió llegó a su casa con el tatuaje: “Él estaba levantando todos sus petates, le digo: «tengo una sorpresa para vos». Y me mira como «no hay nada que me pueda convencer»".

Y contextualizó: “Él ya se había tatuado mi nombre en el corazón, pero cuando se lo muestro, me dice «sos una idiota, sos una pelotuda total». Obviamente nos separamos, no volvimos a estar juntos y yo tenía un Mariano en medio del ojete”.

A 12 años del divorcio con Otero, Peña disfruta de un feliz presente amoroso junto a Ramiro Ponce de León, el papá de su hijo menor, Felipe.

Al rememorar con humor el tatuaje que se hizo por su ex, la actriz también contó el pedido que le hizo el abogado salteño respecto a su enorme “Mariano” en la cola.

“Cuando llegó Ramiro a quedarse en la zona, me dice «Flor, todo re bien, pero cada vez que tengo esta visual veo un Mariano». Entonces me saqué el no y me hice un firulete”, dijo la humorista, entre risas y cerró: “Ahora tengo un María gigante en el orto, con dos firuletes a los costados”, agregó.

“¿A quién se le ocurre que iba a arreglar la pareja con un tatuaje en el medio del orto?”, concluyó.