“La ventaja que tenemos aquí es que siempre jugamos partidos de mucho nivel, tenemos la Nations League por ejemplo. Cuando lleguemos a la Copa del Mundo, estaremos listos. Argentina y Brasil no juegan partidos de mucho nivel para llegar a la Copa del Mundo. En Sudamérica el fútbol no está tan avanzado como en Europa. Y es por eso que cuando mirás las últimas Copas del Mundo siempre son los europeos los que ganan”.

El concepto de Kylian Mbappé tiene un par de años y fue expresado, por supuesto, antes de Qatar 2022.

Parte de razón tiene, hacía 20 años que Sudamérica no ganaba un Mundial desde que Brasil se impusiera en Corea-Japón 2002. Pero también es cierto que desde allá hasta aquí en 2 de 5 Argentina llegó a la final y Brasil fue protagonista. Hasta Uruguay tuvo su momento en Sudáfrica 2010. Fue cuarto y tuvo al goleador de la Copa del Mundo.

Ayer arrancó la Eurocopa y el jueves próximo comenzará la Copa América.

A favor de Mbappé hay que remarcar que en el Viejo Continente el ganador es incierto y acá, los candidatos excluyentes son Argentina, Brasil y Uruguay. Se podría agregar a Colombia. El campeón no va a salir de allí.

Para mí la Euro es más difícil que la Copa del Mundo, a pesar de que hay mucha más presión en un Mundial. Acá todos los equipos se conocen entre sí, jugamos entre nosotros todo el tiempo. Tácticamente es un fútbol muy similar”, opinó la megaestrella francesa hace unos días, mientras se definía su pase a Real Madrid.

“Desde la fase de grupos será muy complicada. Jugamos con Austria, un equipo sorprendente. También tenemos a Países Bajos y a Polonia, que es un equipo muy bueno y que enfrentamos en los octavos de final del Mundial y aún así necesitaron el repechaje para entrar, lo cual demuestra la complejidad de la competencia”.

Suponer que un torneo que no tiene a Argentina, Brasil y Uruguay, que suman diez títulos mundiales, es más complejo que el que cuenta con estas tres potencias es casi ridículo

Depende los ojos con los que se mire y la intencionalidad de las declaraciones.

Más allá del resultado que pudiera producirse si se enfrentaran entre ellos, ni Austria, ni Polonia son superiores a Ecuador, por ejemplo.

En la Eurocopa hay zonas bravas y otras muy accesibles, lo mismo que pasa en la Copa América, que es una competencia con una cantidad sustancialmente inferior de equipos.

Suponer que un torneo que no tiene a Argentina, Brasil y Uruguay, que suman diez títulos mundiales, es más complejo que el que cuenta con estas tres potencias es casi ridículo. No resiste el menor análisis.

Mbappé debería aclarar que en Europa juegan los mejores, pero no sólo de Europa. En el Viejo Continente están los mejores argentinos, los mejores brasileños, uruguayos, colombianos, africanos y asiáticos.

La gran diferencia económica entre las ligas europeas y el resto del mundo, marca una distancia que no es futbolística, sino, justamente, económica.

En los últimos días, Javier Tebas, el presidente de la Liga española se sumó a Mbappé, coincidió con el francés. Pero no es tan importante. Sus declaraciones siempre tienen un interés comercial por encima de cualquier argumento que se quiera o pueda esgrimir.

No obstante, por encima de las ideas del genial Kylian y del interesado Tebas, el campeón del mundo es Argentina. Y la final se la ganó a Francia.