Tras sobrevivir un ataque a tiros que lo dejó internado en el Heca durante once días, Dylan Cantero, heredero de la marca delictiva Los Monos, fue llevado este jueves a audiencia imputativa bajo acusación de gerenciar una red de narcomenudeo en barrio Las Flores. Sorprevisamente, lo detuvieron no bien le dieron el alta, en el mediodía del 28 de noviembre.

En la causa, a cargo del fiscal de Microtráfico César Pierantoni, también se menciona a Mariana “Chuky” Cantero, hermana de Dylan, por el manejo de tres búnkeres y un centro de acopio de droga. 

Estos lugares fueron allanados el 25 de septiembre por personal de la Policía Federal, procedimientos que culminaron con el secuestro de dos ladrillos y un trozo de cannabis prensado, además de una piedra de casi 800 gramos de cocaína en pasaje 528 al 6400. Los hermanos Cantero fueron llevados ante el juez Rodrigo Santana para escuchar en forma retroactiva los cargos por comercialización de estupefacientes en calidad de coautores con relación a esa droga. La defensa planteó la incompetencia de la causa y que pase al fuero federal.

El fiscal Pierantoni también acusó a Sebastián R., primo de Dylan, y a Luzmila B. como personas de confianza de los hermanos Cantero en la pyme narco barrial. En tanto, también llegó a audiencia María A., pero por tenencia de arma de fuego y encubrimiento. 

Ocurre que, en una segunda tanda de allanamientos, el pasado 28 de noviembre los federales hallaron una pistola con numeración limada en calle 521 al 6800, en Las Flores.

Sebastián R. y Luzmila B. se encargaban del contacto con los distintos puntos de venta ubicados en Siracusa al 1110, Ulises entre Siracusa y Platón y San Martín y Terraplén, dijo el fiscal Pierantoni. 

El espacio de fraccionamiento –según indicó– funcionaba en pasaje 528 al 6400, donde los federales detectaron la droga a fines de septiembre. En la operatoria narcomenudista se mencionó la presencia de un Renault Clio propiedad de la Chuky Cantero.

La droga incautada en septiembre que ahora complicó a Dylan Cantero.
La droga incautada en septiembre que ahora complicó a Dylan Cantero.

La causa posee conexiones con otro legajo penal de drogas y violencia territorial ventilado a comienzos de junio, con ocho personas detenidas en los barrios postergados Molino Blanco, Las Flores y La Granada.

Uno de los acusados en esa causa paralela, Maximiliano Pardini, quedó preso por haber descartado un bolso con 602 dosis de cocaína el pasado 12 de febrero en Platón al 1200, a metros del inconcluso Hospital Regional Sur, donde logró escapar. Sin embargo, fue arrestado el 29 de mayo en Siracusa y Pineda, otra vez con cocaína encima: llevaba un bagullo con papelillos que totalizaban 47 gramos. También se conecta con Agustina Ramírez, quien tenía 251 dosis de cocaína en su casa de calle 509 al 1800, en La Granada, siempre según la Fiscalía.

En la causa, las evidencias contra Dylan aparecen de modo indiciario: no provienen de escuchas directas, tareas de campo o secuestros de droga que lo involucren de manera inmediata. Existen, sí, escuchas telefónicas sobre otras personas investigadas que lo señalan como un hombre de peso en el esquema de venta de estupefacientes y el posterior cobro. A mediados de mayo se detectó una conversación: “Escuchame una cosa, hace un rato estuve con el Dylan, estoy laburando para él, le hice bajar mercadería con una mina, escuchame lo que yo te digo: cualquier problema que vos tengas, que se pasen de la raya esa gente que vos sabés, me avisás y se pudre todo”.

Dylan fue baleado en el estómago la tarde del 17 de noviembre a metros de su casa de Caña de Ámbar al 1800, en La Granada, el barrio más emblemático del clan Cantero, que durante décadas no había sido blanco de ataques.

Los sicarios dispararon más de 30 tiros desde un Peugeot 208 gris, sin contemplación por la presencia de dos sobrinas menores de edad. Las niñas sufrieron heridas leves. Fue el segundo ataque en menos de un mes contra Dylan, último hijo varón de Máximo Ariel “Viejo” Cantero y Celestina Contreras.

Al poco tiempo, para minimizar el riesgo de futuros ataques, en varias cuadras de La Granada aparecieron lomos de burro construidos por iniciativa privada, según comentó un investigador a este diario.

Ahora, tras salir en libertad por haber cumplido una pena de tres años por asociación ilícita y portación de un arma, Cantero quedó al borde de una nueva temporada en prisión. La audiencia, donde la defensa buscará convencer al juez y rebatir lo expuesto por la fiscalía, continuará el viernes.