El cabo de Gendarmería nacional Fabricio Manuel Cortez, que está preso desde abril de 2023 por haber sido imputado por matar de un tiro a un ladrón de cables en el barrio La Cerámica, recibió un revés judicial este jueves. En una audiencia llevada adelante en los Tribunales provinciales, el camarista Daniel Curik rechazó la apelación a la prisión preventiva presentada por el defensor particular Carlos Varela, por lo que continuará tras las rejas, al menos, hasta la audiencia preliminar del caso

Cortez había sido imputado por la fiscal Gisela Paolicelli por homicidio agravado por el uso de arma de fuego en calidad de autor y en grado consumado. De acuerdo a los indicios ventilados en la audiencia, el 5 de abril de 2023, Marcelo Alejandro Flores y otro delincuente cortaban cables en Medrano al 2300, lo que motivó que el gendarme –que vivía en esa zona– llamara al 911 para alertar sobre el hecho. 

El agente federal, que estaba de civil, pero portaba su arma reglamentaria, se identificó ante los ladrones, quienes se echaron a correr. Flores fue retenido en inmediaciones de Baigorria y Unión por vecinos, y en ese marco, según la fiscal, Cortez tomó los dos brazos del sospechoso y los colocó juntos por la espalda. En ese contexto, explicó Paolicelli, le dio un disparo mortal que ingresó por el costado izquierdo del cuello

Baigorria al 1500, donde tuvo lugar el homicidio. (Foto: archivo Alan Monzón/Rosario3)

De la reconstrucción de la escena del crimen se infiere que Flores habría recibido el tiro mientras estaba agachado o arrodillado, lo que provocó un shock hipovolémico por hemorragia torácico-abdominal. En la autopsia hecha bajo el protocolo de Minnesota, se pudo establecer que el proyectil ingresó por la porción superior del tórax, atravesó el corazón y comprometió el hígado.  

Al momento de ser acusado, el gendarme dio su versión de los hechos.  "Él dijo que le intentaron robar, que se le tiraron encima y el disparo se habría producido, no en el lugar donde indica, sino que después de una persecución a una cuadra. Por la posición del cuerpo se entiende que la persona ya estaba reducida y que el disparo se habría producido en esas circunstancias. Aparentemente no fue en un forcejeo", detalló la fiscal en una nota brindada a De 12 a 14 (El Tres) después de la imputación.

"A Flores no se le secuestra un arma ni ningún elemento de peligrosidad, el imputado no tiene ningún golpe y no hay ni vaina ni sangre en el lugar que él indica. El cuchillo que se secuestró estaba en el lugar donde estaban cortados los cables, que es donde él indica que se dio el forcejeo que repelió con un disparo. Si las evidencias coincidieran con su relato, la situación sería otra", añadió.

Por su parte, la defensa del acusado afirmó que “se vio claramente amedrentado por tres personas en la puerta de su casa”. “Eran las 20.30 en un barrio muy caliente y que, independientemente de ser gendarme, se sintió en una situación de indefensión. Cuando se abalanzaron, uno gritó «quemalo» y escuchó un chillido como el de un arma. En ese momento él decide disparar", enfatizó el abogado del cabo de Gendarmería.