Según las últimas estadísticas, 1 de cada 3 adolescentes de América Latina debe faltar a la escuela regularmente por no contar con los implementos adecuados para gestionar de forma digna su período menstrual: agua limpia, ropa interior adecuada y toallitas sanitarias/tampones o copas menstruales.

En su lugar, suelen recurrir al uso de medias, trapos o papel, lo que también afecta a su autoestima y frena las oportunidades tanto educativas como de desenvolvimiento social. Por este motivo, resulta vital vincular la salud menstrual a políticas de Estado y considerarlo como un derecho que debe ser garantizado económicamente y aceptado socialmente sin tabúes.

No solo una "cuestión de higiene"

Según datos de UNICEF, en el mundo, más de 1800 millones de personas menstrúan, pero a 500 millones de ellas se les niega el acceso a instalaciones seguras y a los productos sanitarios que ayudan a manejar sus períodos de manera saludable.

Además, un estudio del Instituto CEERI reveló que en la región de América Latina y El Caribe solamente 9 de 31 países consideran a los productos de higiene menstrual como productos de primera necesidad. “En 2018, Colombia se convirtió en el primer país de América en eliminar el impuesto del valor agregado (IVA) del 16% de los productos de higiene menstrual, seguido por México en 2022. Por el contrario, Chile gravó estos productos con un 19%, el segundo más alto en la región, por detrás de Uruguay con 22% de gravamen”, detalla el estudio.

Salud Menstrual en Argentina

En Argentina, más de 12 millones de niñas, adolescentes, mujeres, varones trans y no binaries menstrúan. Sin embargo, los productos de higiene menstrual pueden ser hasta un 50% más costosos que el promedio de productos de la canasta básica. 

Los obstáculos económicos que se experimentan en el acceso a estos productos (toallitas, tampones, copas u otros), así como los tabúes sociales alrededor de la menstruación, tienen consecuencias en su salud, educación y bienestar general de las personas menstruantes.

Urge hablar de la menstruación y educar en el respeto, tanto a niños como a niñas. Además, la constante búsqueda en la generación de las políticas públicas para crear entornos en que las personas menstruantes tengan acceso a los implementos durante su periodo, logrando combatir el estigma entorno a la menstruación y que las personas accedan a su derecho a menstruar con dignidad y a no ser segregadas nunca más. 

El costo de menstruar

Según datos oficiales de la plataforma “Precios Claros”, del Gobierno nacional, en Argentina el promedio del gasto anual de menstruar utilizando toallitas es $43.276.31, y en el caso de los tampones es de $64.232.44.

Diferentes provincias como Misiones, Córdoba, Tucumán, La Rioja, San Luis ya tienen políticas públicas de gestión menstrual que facilitan el acceso de estos productos a niñas, adolescentes y mujeres.  

AHF Argentina se comprometió desde 2019 a contribuir para revertir la situación mediante discusiones públicas, programas educativos, actividades lúdicas. En 2023 distribuyó en América Latina y El Caribe más de 250 mil toallas sanitarias, así como otros productos de higiene y copas menstruales.

 

Fuente: NA.