En la era del “menos es más”, el minimalismo no solo domina los armarios sino también las manos. El fenómeno del "capsule wardrobe" (el concepto de contar con pocas prendas pero muy versátiles para combinar entre sí) se trasladó al mundo del nail art. Así nacen las uñas capsule, una tendencia que apuesta por lo funcional, lo elegante y lo duradero.
Uñas capsule wardrobe
La paleta de colores abandona los neones y los dibujos saturados para dar paso a los tonos neutros como beige, blanco cremoso, nude rosado y gris piedra. Son los equivalentes "nailartísticos" de una camisa blanca o un jean perfecto, es decir, clásicos atemporales que combinan con todo y resisten el paso de las temporadas.
En cuanto a la forma, la premisa es la naturalidad. Se llevan las uñas cortas o medianas, apenas ovaladas, sin puntas exageradas ni dramatismos. La idea es que resulten cómodas, sofisticadas y fáciles de mantener, incluso en semanas de agenda agitada.
Sin embargo, minimalismo no significa aburrimiento. El detalle sutil se vuelve protagonista, y el mismo puede traducirse en un microbrillo apenas visible bajo la luz, una diminuta perla en una sola uña o un delineado translúcido que aporta relieve sin robar atención. Cada toque tiene intención, como un accesorio bien elegido. De este modo, queda como resultado un nail art sencillo, no por eso poco elegante, e ideal para combinar con cualquier outfit.



