Una de las tentaciones más difíciles de resistir es, sin dudas, la comida chatarra. Su comodidad de ingerir y la facilidad de adquirirla, además de un precio sumamente competitivo son de los principales motivos de elección. Sin embargo, su consumo excesivo puede acarrear serios problemas de salud, como aumento de peso, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Por ello, es esencial identificar cuáles son los tipos más perjudiciales para moderar su ingesta.

Los cereales azucarados son poco recomendados por los profesionales (adobe.com)

Los tipos más perjudiciales de comida chatarra

En primer lugar, las bebidas azucaradas, como refrescos y jugos con azúcar añadida, son especialmente dañinas. El azúcar en forma líquida se absorbe rápidamente en el organismo, lo que puede provocar picos de glucosa en sangre y contribuir al desarrollo de resistencia a la insulina. Además, estas bebidas suelen aportar calorías vacías, es decir, sin valor nutricional.

Por otra parte, alimentos fritos como papas fritas y donas, también encabezan la lista de los más nocivos. Estos productos suelen contener grasas trans, que elevan el colesterol LDL (malo) y disminuyen el HDL (bueno), aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Asimismo, su alto contenido calórico puede contribuir al sobrepeso y la obesidad.

Las bebidas azucaradas contienen calorías vacías, sin valores nutricionales (pxfuel.com)

En tercer lugar, la carne procesada que suele conseguirse como salchichas, panceta y embutidos, es otra categoría a vigilar. Estos productos contienen aditivos como nitratos y nitritos, que han sido asociados con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer. Además, suelen ser ricos en sodio, lo que puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.

A su vez, el pan producido en masa, especialmente el pan blanco industrializado, puede ser perjudicial si se consume en exceso. Este tipo de pan suele contener aditivos y conservantes para prolongar su vida útil, además de tener un alto índice glucémico que puede afectar los niveles de azúcar en sangre. Optar por panes integrales y artesanales es una alternativa más saludable.

El pan blanco industrializado tampoco se recomienda ingerir en exceso (pinterest.com)

Por último, los cereales azucarados también se consideran de los más nocivos, aunque son muy comunes en desayunos. Muchos de ellos contienen grandes cantidades de azúcar, aditivos y granos procesados. Esto aumenta el impacto en la respuesta glucémica e insulínica, convirtiéndolos en una opción menos saludable si se compara con una taza equivalente a un cereal mínimamente procesado. 

Fuente: GQ.