Morosidad de familias: ya es la más alta de la región y proyectan más subas: ¿por qué?

La mora en créditos de hogares escaló a niveles récord para la región y supera con creces la de empresas; la combinación de salarios estancados, inflación y altas tasas apunta a un empeoramiento en 2026

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La morosidad de los créditos otorgados a familias en Argentina se posicionó como la más alta de Latinoamérica, según los datos más recientes del Banco Central (BCRA) y análisis periodísticos especializados. Mientras la irregularidad total de la cartera de crédito al sector privado alcanzó el 4,2% del total, el segmento de préstamos a hogares marcó un 7,3% de mora, frente a apenas 1,7% en el caso de las empresas. Este desequilibrio evidencia que los hogares argentinos están enfrentando mayores dificultades para honrar sus compromisos de pago que las firmas del país. 

La trayectoria de la mora de familias viene en ascenso desde hace varios años. El BCRA ha observado once meses consecutivos de suba en los atrasos de pago, con brotes más agudos en las líneas de crédito personal y tarjetas de crédito. Por ejemplo, los préstamos personales alcanzaron una mora de más del 9% dentro de la cartera familiar y las tarjetas de crédito registraron tasas elevadas de impago. 

Diferencia con las empresas

El contraste con el comportamiento del crédito empresarial es marcado. Las empresas presentan un nivel de mora sensiblemente menor, tanto porque muchas de ellas cuentan con flujos de ingresos más estables como por la naturaleza de los créditos (suelen estar más vinculados a proyectos productivos con garantías), mientras que los hogares suelen financiar consumos o bienes durables que se vuelven más difíciles de sostener cuando los ingresos no acompañan. 

Por qué seguirá subiendo la mora

Los analistas apuntan a varios factores estructurales que presionan al alza la morosidad de las familias:

Estancamiento de ingresos reales: Los salarios y jubilaciones no logran compensar la pérdida de poder de compra frente a la inflación, lo que reduce el margen de familias para atender pagos de cuotas crecientes. 

* Altos costos financieros: Las tasas de interés de los créditos personales y de consumo siguen siendo elevadas en términos reales, encareciendo las obligaciones mensuales de los hogares. 

* Mayor uso de crédito para consumo básico: En contextos de inflación persistente, muchas familias recurren al crédito para sostener consumos esenciales, lo que lentamente eleva su nivel de endeudamiento y vulnerabilidad. (Análisis general del contexto).

* Previsión de deterioro del mercado laboral: Algunas proyecciones económicas anticipan presiones adicionales sobre el empleo y el poder adquisitivo en 2026, lo que podría traducirse en mayor dificultad para cumplir con pagos. www.airedesantafe.com.ar

El escenario, por ende, no apunta a una pronta reversión de esta tendencia. En tanto, los bancos y analistas siguen de cerca la evolución de estos indicadores dado que la salud de las carteras crediticias tiene efectos directos sobre la economía doméstica y la actividad financiera en general.

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