La abogada de uno de los dos detenidos hasta la fecha por el robo cometido en el Louvre el 19 de octubre pasado, Nadia El Bouroumi, reveló que su cliente recién ahora se da cuenta de la gravedad del caso y que está “sinceramente muy abatido”. Se trata de las primeras declaraciones a la prensa del lado de los arrestados desde que fueron capturados el sábado por la noche cuando uno de ellos intentó abandonar Francia en avión, en dirección presuntamente a Argelia. Esta tarde habrá una conferencia de prensa con una actualización de la investigación, aunque aún se desconoce el paradero del botín.
"Está abatido, está sinceramente abatido porque, efectivamente, creo que se está dando cuenta de que es muy complicado, es un asunto difícil", indicó la letrada a la cadena de televisión TF1 este miércoles, día en el que los dos sospechosos deberían pasar a disposición judicial al cumplirse el plazo máximo de detención policial.
El Bouroumi dijo que su cliente está detenido "sin medir quizás lo que está en juego y, en cualquier caso, sintiendo la presión".
La Fiscalía confirmó el domingo pasado las detenciones, después de que se filtraran a la prensa los arrestos, pero lamentó la divulgación "precipitada" de esas informaciones y señaló que daría más detalles solo al término de las detenciones policiales.
En consecuencia, la fiscal de París convocó para este miércoles por la tarde una rueda de prensa, en presencia de miembros de las fuerzas de seguridad que lideran la investigación, para desvelar más detalles de este sonado caso.
Los arrestados son dos hombres de unos 30 años, uno de origen maliense y otro francoargelino, que fueron detenidos el sábado por la noche después de que uno de ellos intentara abandonar el país por el aeropuerto Charles de Gaulle.
Ambos formaron parte, presuntamente, del comando de cuatro asaltantes que perpetró el robo porque, según las filtraciones de la investigación publicadas por la prensa, su ADN fue encontrado en el lugar de los hechos.
No hay, sin embargo, información sobre el paradero del botín que se llevaron, compuesto por varias joyas de la Corona francesa valoradas en 88 millones de euros, aunque su valor patrimonial es incalculable.



