La sonda Chang'e 6 de China regresó a la Tierra con muestras del lado oculto de la Luna, y entre ellas se encuentran fragmentos de un tipo raro de meteorito conocido como condritas CI. Estos meteoritos son ricos en carbono y agua, y podrían contener pistas sobre el origen del agua en la Tierra.
Según los científicos, las condritas CI son más comunes en la Luna que en la Tierra, lo que sugiere que podría haber habido más impactos de asteroides de condrita carbonácea en el sistema Tierra-Luna en el pasado remoto de lo que se creía. Los hallazgos fueron publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los fragmentos encontrados en la muestra de material traído del lado oculto de la Luna pertenecen a una clase de meteoritos que se consideran una posible fuente de agua en la Tierra y la Luna. Estos meteoritos suelen contener una gran cantidad de volátiles, sustancias como agua y dióxido de carbono que pueden existir en forma de hielo en el sistema solar exterior. La presencia de estas condritas en la Luna sorprendió a los científicos, ya que sugiere que el material formado en el frío del sistema solar exterior se abrió paso con frecuencia al interior del sistema para transportar agua y otros gases volátiles a los planetas interiores.
��: FAR/DARK SIDE of the Moon taken by China's Chang'e 6 probe pic.twitter.com/BPhSxTWw3H
— Curiosity (@MAstronomers) July 28, 2025
El equipo liderado por Mang Lin, profesor de química isotópica del Instituto de Geoquímica de Guangzhou, identificó los fragmentos inusuales con olivino en la muestra de Chang'e 6 mediante espectrometría de masas y mediciones de isótopos de oxígeno. Según Lin, las condritas de CI son sin duda un importante portador de agua debido a su alto contenido de volátiles, pero probablemente existieron múltiples fuentes de agua tanto para la Tierra como para la Luna.
La sonda Chang'e 6 aterrizó en la Cuenca Aitken del Polo Sur en junio de 2024 y trajo de vuelta 1.935,3 gramos de regolito lunar. Las condritas CI son de grano fino y muy porosas, lo que explica su rareza en la Tierra, ya que se descomponen o se alteran químicamente rápidamente.
El descubrimiento de estas condritas en la Luna podría cambiar la comprensión del sistema solar y el origen del agua en la Tierra, sin embargo ya adelantaron los expertos que se necesitarán más datos en el futuro para cuantificar con precisión la contribución de cada fuente de agua.



