Andrés Calamaro regresa a Rosario. Los dos últimos conciertos habían sido en 2023. Un día antes y uno después de las elecciones presidenciales: el sábado 18 y el lunes 20 de noviembre. En ese plazo, el cantante y compositor colaboró con distintos artistas como Tan Biónica –la edición más reciente–, Los Tipitos, Pedro Guerra y Delarossa en una la lista que también incluye a Cachorro López, su ex compañero de Los Abuelos de la Nada. Con él cantó y tocó en el gran disco Éxtasis total, un álbum de reversiones de la banda que fundó Miguel Abuelo.

Rosario es parte de una gira que lo llevó de Madrid a Buenos Aires y de San Pablo a Perú, y que lo trae a La Playa de la Música este viernes, en fecha reprogramada. Un aviso por tormentas fuertes obligó a correr un día la escala local. Se puede nadar contra la corriente pero no desafiar un alerta.

Horas antes del concierto, Andrés Calamaro, contestó las preguntas de Rosario3. Entre las respuestas escritas, el músico indicó que no tiene fechas para un nuevo disco y que “cada gira me gusta más”. También mencionó los libros y las películas del último tiempo en el que, por razones de equipaje, relegó su profusa colección de vinilos.

No creo que ninguna canción propia sea perfecta, aunque algunas son bastante buenas o destacan entre las canciones imperfectas

Respecto del cuarto de siglo del disco de “grabaciones bestialistas” que se volvió mote, El Salmón, advirtió: “Fue un hito de rebelión e independencia musical desorbitada”. En tanto que el autor de estribillos transversales y temas inoxidables confió que "extraña las reseñas discográficas", al tiempo que dejó entrever cierto sabor amargo ante el magro “feedback y análisis crítico” recibido por el trabajo con Cachorro López: “Cuesta entender quién escucha los discos que laboriosamente hacemos”.

Junto a Germán Wiedemer, Julián Kanevsky, Mariano Domínguez, Andrés Litwin, Brian Figueroa Andrés Ollari y Pablo Fortuna, Calamaro recorre en cada show de la gira buena parte de su carrera solista y con Los Rodríguez, esa que está hecha de canciones en las que “siempre aspiró a la perfección”.

—¿Qué balance hacés de la gira a la fecha y qué disfrutás hoy de un tour?
—Cada gira me gusta más. Menos mal. Este año, empezamos con asuntos internos que nos tuvieron viajando a Madrid. Fuimos a Tucumán, Colonia, Porto Alegre y San Pablo (Brasil), Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y seguimos en Europa, por Bélgica, Francia, España, Dinamarca y Dublin (Irlanda). Disfrutando todo lo posible, con muy buenas sensaciones en el escenario, y el grupo unido y comprometido con la causa.

—¿Estás trabajando en un nuevo disco? ¿Tenés algún plazo?
—No tengo fechas para un siguiente disco. Avanzo con dos o tres cosas distintas, pero cuando empezamos a ensayar, pierdo un poco de vista las grabaciones.

Algunos recitales se llenan que explotan, pero cuesta entender quien escucha los discos que laboriosamente hacemos

—Entre tus últimas colaboraciones, está el disco Éxtasis total, con Cachorro López. ¿Surgió alguna cuestión personal cuando volviste a trabajar con esas canciones de Los Abuelos?
—Es un disco de Cachorro López conmigo colaborando donde hizo falta. Hicimos letras, cantamos, tocamos, pensamos en títulos y portadas. Canté dos canciones emblema de Miguel Abuelo (“No te enamores nunca de aquel marinero bengalí” e “Himno de mi corazón”). Sin nostalgia. Me gustaron las versiones y cantar las partes de Miguel. Recuerdo todo lo que hicimos. Si soy sincero, esperaba mayor feedback y análisis crítico. Se extrañan las criticas de discos y suponer que multitudes escuchan discos en su casa. Algunos recitales se llenan que explotan, pero cuesta entender quien escucha los discos que laboriosamente hacemos.

—Se cumplieron 25 años de la edición de El Salmón. ¿Qué mirada tenés hoy de ese disco y de ese proceso creativo que llegó a superar las 300 canciones?
El Salmón es el disco imposible que intenta resumir cientos de grabaciones bestialistas, pero sutiles. De haber existido las plataformas de apariencia gratuita, podríamos haber liberado doscientas canciones más y una segunda parte. Pero publicar cien parecía posible porque se editaban esta clase de multi discos presentando “101 mejores canciones” de catálogo, como ofertas en la agonía del formato compacto. Ahora, disponemos de millones de músicas que no ocupan espacio. Cien canciones son un link invisible. Hace 25 años, fue un hito de rebelión e independencia musical desorbitada.

Hace 25 años, El salmón fue un hito de rebelión e independencia musical desorbitada

—¿Cuál es el mejor último libro que leíste, el mejor último disco que escuchaste y el vinilo que todavía no pudiste conseguir?
—Este año revise los libros de (Bret) Easton Ellis, desde Los destrozos hasta Menos que cero. Leí los dos volúmenes de la novela parisina de Juan Manuel de Prada (Mil ojos esconde la noche) y viajé a presentarla con él, en Madrid, entre otras cosas. Vi más cine que discos. Veo películas todos los días. Tengo muy buenos discos, pero están entre Benavídez y Madrid. Este año, no hice casi uso del tocadiscos.

—¿Qué lugar pensás que ocupa tu música en el rock hispanoparlante?
—Todos intentamos ocupar un pequeño lugar en el mundo. Creo que encontré sitios, incluso fuera de la burbuja del rock hispano, pero es mi horma, de donde provengo y lo que me sale bien.

—¿Cuál es tu canción perfecta y por qué?
—De las propias, no creo que ninguna sea perfecta, aunque algunas son bastante buenas o destacan entre las canciones imperfectas. Aspiro a lo casi perfecto.

El concierto


Andrés Calamaro se presenta este viernes a las 21, en La Playa de la Música (Arturo Frondizi 501, Parque Alem). Las localidades pueden adquirirse a través del sistema tuentrada.com y en efectivo, en el local de Mitre 876. El día del concierto, la boletería abre a las 16 y las puertas del predio, a las 19. Se anuncia que el concierto comenzará "puntual".