Dos hombres y una mujer oriundos de San Rafael (Mendoza) fueron imputados en el marco de un legajo penal en el que son investigados por integrar una asociación ilícita que estafó a una editorial jurídica de Santa Fe.

Los cargos fueron planteados por el fiscal Agustín Nigro ante el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Sebastián Szeifert, en una audiencia llevada a cabo en los tribunales de la ciudad de Santa Fe.

Los hombres imputados tienen 28 y 55 años, y sus iniciales son FGG y AJMS, respectivamente. Por su parte, la mujer investigada tiene 62 años y sus iniciales son TCG.

La organización criminal estaba integrada por siete personas y funcionó entre junio y agosto del año pasado, dijo el fiscal.

Su objetivo era cometer defraudaciones en perjuicio de clientes bancarios, señaló el funcionario del MPA y agregó que obtenían las credenciales de acceso al homebanking, hacían un uso no autorizado de ellas y simulaban identidades, concretaban desplazamientos patrimoniales y, finalmente, disimulaban el origen ilícito de esos bienes.

Nigro precisó que la maniobra delictiva en perjuicio de la editorial jurídica santafesina fue cometida el miércoles 21 de junio de 2023. La investigación se inició a partir de una denuncia realizada por la gerenta general de la firma.

La asociación ilícita logró instalar un malware en una de las computadoras de la empresa, indicó el fiscal y explicó que se trata de software malicioso (por su traducción del inglés), que son los programas que utilizan los ciberdelincuentes para obtener información privada de sus víctimas.

A partir de la instalación de ese malware, la organización criminal logró las credenciales de acceso al homebanking de una cuenta bancaria de la empresa, simuló ser uno de los autorizados para su uso y ordenó la ejecución de 37 transferencias por un total de 11,1 millones de pesos, detalló el fiscal.

Según puntualizó Nigro en la audiencia, del total de transferencias, 13 fueron recibidas por el imputado de iniciales FGG por un total de 3.900.000; y otras 10 fueron a una cuenta de titularidad del imputado AJMS por un total de 3.000.000.

“Una vez que tuvieron el dinero en cuentas de su titularidad, las dos personas lo transfirieron a cuentas virtuales de un proveedor de servicios de pago”, relató el fiscal y agregó que en el caso de la mujer que aún no fue detenida, se pudo obtener la reversión de las operaciones y el recupero de los fondos de la empresa santafesina.

Con relación al dinero transferido por los dos hombres imputados, Nigro indicó que utilizaron el exchange BITSO, convirtieron gran parte de los pesos sustraídos a la empresa en criptoactivos con el objetivo de ponerlo a circular en el mercado y disimular su origen ilícito, remarcó el fiscal.

“Los pesos argentinos que no convirtieron los transfirieron a la mujer imputada y a otro hombre que eran quienes reclutaban a los titulares de las cuentas bancarias de destino del primer eslabón de la cadena de desapoderamiento y establecían contactos con los destinatarios de los criptoactivos, explicó el fiscal.

“Lo transferido era una suerte de renta obtenida por su participación en la actividad criminal”, concluyó el fiscal.

Por último, Nigro también se refirió a la mujer imputada, aclaró que su función en la asociación ilícita fue reclutar a los dos imputados y a la mujer prófuga y agregó que coordinó la actividad de recepción de fondos y conversión de activos, verificó las operaciones que las otras tres personas realizaron y se las comunicó a otros dos hombres que integraban la banda criminal.

Las tres personas imputadas fueron detenidas en cuatro allanamientos realizados el jueves de la semana pasada en viviendas ubicadas en distintos barrios de San Rafael.

En relación con los otros integrantes de la organización criminal, una de ellas transita el proceso en libertad, mientras siguen avanzando las diligencias acerca de otros dos hombres.

El fiscal Nigro le atribuyó a las tres personas investigadas el delito de asociación ilícita en calidad de miembros. Además, a los dos hombres imputados se les endilgó la coautoría de estafas reiteradas.