Dos personas más fueron imputadas por los asesinatos del colectivero Marcos Iván Daloia y el playero Bruno Bussanich, quienes fueron atacados a tiros el 7 y 9 de marzo pasado, respectivamente, en hechos considerados "narcoterroristas" según la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich. Los nuevos acusados fueron Axel Ignacio Herrera (19 años), sindicado como el presunto autor de los disparos que mataron al conductor de la línea K, y Joana Laura García (37), quien tuvo un rol importante en la comisión del homicidio ocurrido en la estación de servicio Puma de Mendoza al 7600. La jueza Paula Álvarez los dejó en prisión preventiva efectiva por el plazo de ley.

En la acusación, en la que participaron los fiscales Adrián Spelta, Patricio Saldutti y Franco Carbone, se sostuvo que el crimen de Bussanich fue ordenado por una videollamada que mantuvo el menor no punible de 15 años, autor del asesinato, con reclusos alojados en el penal federal de Ezeiza –no se descarta que esos internos hayan sido Esteban Alvarado o Claudio “Morocho” Mansilla, aunque no se encuentran imputados en esta causa–. Dicha comunicación se mantuvo el 9 de marzo en Misiones al 2200, en la casa del ya imputado Axel Rodríguez, quien cumplía prisión domiciliaria por delito que había cometido cuando era adolescente. 

La estación de servicio donde fue asesinado el playero.

Spelta aseveró que fue Joana García la persona que llevó la pistola Taurus calibre 9 milímetros hasta Misiones al 2200 para entregársela al menor que después la utilizó para matar a Bussanich. Agregó que también le dio el cartel que el agresor dejó en la Puma al momento de ejecutar los disparos. Una vez cometido el hecho, la misma mujer esperó en esa propiedad al adolescente para sacarle el arma y llevársela de la escena. 

La orden al gatillero, a criterio de los investigadores, era "matar a cualquier empleado de la Puma" situada en Mendoza y Ricardo Rojas en la noche del 9 de marzo. Por ese ataque, el menor no punible cobró una cifra de 400 mil pesos que le sirvió para pagar una deuda con la presunta organización a la que pertenecía, ya que había "perdido" una moto a Gustavo Márquez, otro de los miembros, también imputado por participar en los crímenes "narcoterroristas". La pérdida fue en un procedimiento policial en la zona sur, de donde el gatillero huyó a pie y se metió por un pasillo de casa.

El propio autor del ataque a Bussanich fue quien sindicó a Joana García al brindar declaraciones ante el Juzgado de Menores. Aseguró que perpetró la balacera al playero porque había sido “obligado” por Márquez y su pareja Macarena Muñoz para cancelar la deuda. “La mujer de los que mataron al colectivero de la K se llevaron el arma”, indicó el adolescente que no puede ser acusado penalmente debido a su edad, de 15 años.

“No tiene domicilio. Ni lo sabe. Inicialmente, estaba en Misiones al 2200. Después de participar en esto se fue con Maturano no sabemos adónde, pero no en el lugar en el que dice vivir hoy, que ni siquiera sabe el nombre del pasaje. Que ahora se presente voluntariamente no es un atenuante. Pasaron cuatro meses. Conocía claramente las circunstancias. Se enteró de que había una recompensa en su contra y se presentó”, señaló Spelta al fundar el pedido de prisión preventiva de García.

Un dato no menor que dieron los fiscales fue que cuando allanaron a Axel Rodríguez por los atentados y crímenes, en su casa de Misiones al 2200 –donde cumplía domiciliaria– estaba también Axel Herrera, pero como no estaba identificado en las investigaciones por el ataque al colectivero, no se lo detuvo en aquella ocasión.

El colectivo que conducía Marcos cuando fue baleado.

Por su parte, Axel Herrera, este jueves, fue imputado por el fiscal Patricio Saldutti por haber sido quien a las 18.49 del 7 de marzo se subió a la línea K en Mendoza y Guatemala, haciéndose pasar por pasajero. De acuerdo a la acusación, una vez que arrancó la K, sin mediar palabra, le dio dos disparos –con una pistola calibre .380– en la cabeza al chofer Marcos Daloia, quien falleció tres días después en el Heca por las heridas. El presunto sicario, una vez concretado el ataque, descendió de la unidad en Mendoza y México y rápidamente se subió a una Honda Twister blanca que lo esperaba a los pocos metros con José Mauricio Maturano al volante, quien actualmente tiene pedido de captura y cuyo rostro fue difundido la semana pasada por el Ministerio Público de la Acusación. 

La moto y las prendas usadas por Maturano y Herrera para la balacera al colectivero fueron halladas en un allanamiento que la Policía de Investigaciones llevó a cabo en Nicaragua al 2200, donde también fueron aprehendidos 11 adultos y un menor, todos involucrados en la causa por el delito de encubrimiento.

Según contó el fiscal Patricio Saldutti, allegados de Herrera vieron el video que difundió el viernes pasado la Justicia provincial y los medios de comunicación e identificaron al joven, quien finalmente, les confesó que había cometido el homicidio de Daloia porque supuestamente debía dinero, aparentemente, por droga. Esos familiares comentaron que el sospechoso tiene problemas de consumo de estupefacientes desde los 14 años y agregaron que meses antes de perpetrar el homicidio había ido a vivirse a la casa de un amigo, Axel Rodríguez, casualmente, quien está preso e imputado por participar en la planificación del crimen del playero Bussanich.

Un dato curioso es que familiares de Herrera acudieron a un pastor evangelista para contarle la situación que atravesaban y el religioso sugirió que coordinaran la entrega del presunto sicario con agentes de la Policía de Investigaciones, hecho que tuvo lugar el lunes de esta semana.