Una rara condición que afecta a algunas personas, hace que las mismas no obtengan placer de la música a pesar de contar con una audición normal. Se muestran indiferentes a esta y tampoco la describen como molesta. Se trata de la anhedonia musical, una condición causada por una desconexión entre las redes auditivas y de recompensa del cerebro que se descubrió hace 10 años. Actualmente, un nuevo estudio proveniente de la Universidad Autónoma de Barcelona (España) y publicado en Cell se apoya en esta condición para comprender mejor la manera en que las personas experimentan placer o alegría.
Entre los criterios utilizados (evocación emocional, regulación del estado de ánimo, fomento de conexiones sociales, movimiento o baile, y búsqueda de novedades), los investigadores detectaron que quienes presentaban anhedonia musical obtenían puntuaciones significativamente más bajas.
Una desconexión cerebral
Según estudios conductuales y de neuroimagen, la anhedonia musical específica se asocia con una actividad reducida en las áreas cerebrales involucradas en el procesamiento de recompensas al escuchar música. Sin embargo, responden con normalidad a otros estímulos placenteros como la comida, el sexo, el arte o el dinero. Es decir, el circuito de recompensa funciona correctamente en otros contextos, siendo la música la única excepción.
Por ello, los investigadores concluyen que esta condición se debe a una desconexión entre regiones cerebrales, concretamente entre el circuito de recompensa (responsable de procesar el placer) y la red auditiva.
“Lo que señalamos es que podría no ser solo la activación de este circuito lo que importa, sino también cómo interactúa con otras regiones cerebrales relevantes para el procesamiento de cada tipo de recompensa”, explicaron.
En tal sentido, “la anhedonia musical no debería tener un impacto negativo en la gente más allá de perderse ciertas experiencias como contextos donde la música se utilizar para para acompañar o enfatizar aspectos emocionales como películas o celebraciones”.
Más allá del "todo o nada"
Para los científicos, la anhedonia musical puede vincularse tanto a factores genéticos como ambientales. Una investigación reciente publicada en Nature, basada en el estudio de gemelos, sugiere que hasta el 54 % de la capacidad de una persona para disfrutar de la música podría depender de su ADN.
Sin embargo, el placer no debería entenderse como una experiencia binaria. Aunque suele medirse como un fenómeno de "todo o nada", existen variaciones sutiles pero significativas entre personas sanas en la forma de experimentar las recompensas.
“Necesitamos investigar los mecanismos que podrían estar detrás de las diferencias individuales en las respuestas a otros estímulos gratificantes. Hacerlo podría abrir el camino a nuevas investigaciones sobre diferencias individuales y trastornos relacionados con la recompensa, como la anhedonia, la adicción o los trastornos alimentarios”, explicaron.
Extrapolar conclusiones
Hasta el momento, los estudios realizados determinaron los circuitos cerebrales involucrados en la anhedonia musical, y hasta qué punto diferentes intervenciones podrían modificarlos. Sin embargo, no se sabe si se pueden reconectar y revertir esta condición. Paralelamente, el equipo investigador trabaja con genetistas para identificar genes específicos que podrían estar involucrados en la anhedonia musical.
Los autores buscan que la metodología aplicada en este estudio se pueda utilizar para otro tipo de anhedonias específicas. Por ejemplo, la alimentaria que puede estar relacionada con la conectividad entre el circuito de recompensas y regiones cerebrales involucradas en el procesamiento de alimentos.
Fuente: SINC.



