La fiebre del “ice bath wellness” traspasó las fronteras del bienestar y llegó directo al neceser. Inspirada en los baños de agua helada que prometen activar la circulación y mejorar el ánimo, la tendencia cold-plunge skin busca recrear en la piel ese efecto saludable, rosado y ligeramente húmedo, como si se acabara de salir de una pileta polar.
Cold-plunge skin
En el universo del maquillaje, esto se traduce en mejillas sonrojadas (como congeladas por el viento) y labios con acabado mordido, apenas teñidos en tonos cereza o frambuesa. Las texturas cremosas y los rubores en stick son los favoritos para lograr ese toque “frosty flush” que da vida instantánea al rostro.
La piel, por su parte, se lleva luminosa pero no excesivamente brillante. El secreto está en combinar una buena hidratación previa con bases ligeras o sueros con efecto frío, que despiertan la dermis y aportan ese brillo natural tipo “recién sumergida”. Por último, las cejas húmedas y los párpados satinados completan el combo.
Así, esta nueva tendencia se condensa en nuevos estilos para lucir en la diaria, con la premisa de continuar cuidando la piel y mostrando su faceta más saludable.



