La temporada primavera-verano 2025/26 llega con un nuevo código beauty que deja atrás el mate extremo y el brillo excesivo. Se trata de la tendencia “peach skin”, un acabado inspirado en la textura del durazno, suave, difusa y con un halo de luz natural que parece venir desde adentro. Una piel que respira, se mueve y tiene un toque de rubor sutil.

Peach skin (telva.com)

Peach skin

En maquillaje, el furor se traduce en bases livianas con efecto blur, rubores en crema en tonos coral y rosados, y highlighters estratégicos que aportan ese brillo fresco sin verse transpirado. En redes ya se ven tutoriales que combinan “peach blush draping” y labios efecto mordido para completar el look frutal sin caer en lo infantil. La idea es menos contorno rígido y más jugosidad.

El skincare también sumó algunos productos que incluyen durazno (thebodydeli.com)

Por otra parte, el skincare acompaña este mood con productos pensados para potenciar la textura aterciopelada. Serums con péptidos para suavizar, hidratantes livianas con acabado satinado y nieblas faciales que dejan una película humectante imperceptible. Incluso algunas marcas están lanzando líneas con extractos de durazno (sobre todo por su aroma suave y “feliz”) para reforzar el concepto sensorial.

Peach skin (byrdie.com)

Para expertos, lo más atractivo de la tendencia es su accesibilidad, ya que no se requieren rutinas complicadas ni técnicas pro, sino jugar con la luz y el color. Un poco de crema hidratante, un rubor cálido y un toque de gloss transparente ya construyen el efecto. La estética durazno funciona en pieles jóvenes, maduras, claras u oscuras, y se adapta tanto al día como a la noche.

Peach skin (byrdie.com)