Ante el pedido de aumento de la tarifa del taxi, desde el oficialismo rosarino no descartan lograr convencer a los titulares de ir a una tarifa flexible. “Tenemos que sincerar el momento en el que estamos y trabajar juntos”, pidió la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck.

La semana pasada, los dueños de taxis nucleados en la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar) fueron a la reunión de la comisión de Servicios Públicos del Concejo municipal a reclamar un aumento de tarifas del 25 por ciento a partir del 1º de enero.

Pero otro incremento los dejaría en mayor desventaja ante la oferta de opciones como Uber, que si bien es ilegal en Rosario, la aplicación de viajes funciona en la práctica a un precio más bajo, inferior incluso a veces que un pasaje de colectivo.

“Tenemos que sincerar el momento en el que estamos y trabajar juntos”, apeló Schmuck, que hace tiempo insiste en trabajar en dos frentes: legalizar Uber y flexibilizar la tarifa de taxi. Además, señaló otro problema relacionado: la poca cantidad de choferes. “Casi no hay, y los que hay alquilan el auto al titular porque al titular no le da el cuero para pagar un sueldo”, contó y expuso este nuevo fenómeno: titulares que ofrecen sus coches por un monto fijo y choferes que pagan opara trabajar.

“La está pasando muy mal el sistema de taxis”, concluyó.