La comisión bicameral permanente de Trámite Legislativo, encargada de analizar los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), debatirá desde las 15 de mañana el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), con un oficialismo que apuró la reunión para obtener un dictamen a favor que, en realidad, no cambiará mucho el panorama.
La clave es que la decisión del Ejecutivo no sea rechazada por ambos recintos, y el objetivo de la Casa Rosada es que la misma sea aprobada por Diputados en las próximas semanas para saldar, de manera definitiva, la disputa.
La iniciativa fue tomada por el senador y presidente de la comisión, el libertario Juan Carlos Pagotto (La Rioja). Ante las críticas de parte de la oposición hacia el Ejecutivo por no enviar el tema como un proyecto de ley, algunos bloques podrían objetar el encuentro, ya que, al ser una bicameral, este año le correspondería a Diputados la titularidad de la misma. En este contexto, algún legislador de la oposición podría solicitar que previamente se defina esta cuestión.
Además de Pagotto, integran la comisión los senadores Víctor Zimmermann (UCR-Chaco), Luis Juez (Pro), el ex oficialista Francisco Paoltroni (Formosa), Carlos Espínola (el correntino es el jefe del interbloque Provincias Unidas), y los kirchneristas Mariano Recalde (Capital Federal), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza) y María Teresa González (Formosa).
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En tanto, por Diputados se encuentran el libertario Lisandro Almirón (Corrientes), el massista Ramiro Gutiérrez (Buenos Aires), Nicolás Massot (Encuentro Federal-Buenos Aires), Diego Santilli (Buenos Aires), el radical y aliado oficialista Francisco Monti (Catamarca), el ex jefe de bloque de La Libertad Avanza en la Cámara baja, Oscar Zago (Capital Federal); y las kirchneristas Vanesa Siley (Buenos Aires) y Carolina Gaillard (Entre Ríos).
La gestión libertaria ya tiene su historia con los DNU, por lo que la puja en ciernes no representa algo desconocido para el oficialismo. Para dar señales al FMI y al mercado, el Gobierno aceleró la convocatoria a la bicameral para obtener un despacho a favor del acuerdo y, con ello, llevarlo al recinto de la Cámara baja, siempre y cuando estén asegurados los números para su aval.
Con la aprobación de Diputados o el Senado, el DNU quedará validado. En cambio, si lo rechazaran ambas, pasaría a la desactivación, como ocurrió con el de fondos para la SIDE del año pasado. Uno que sí fue objetado en la Cámara alta y luego nunca tratado –por no tener el número– por la Cámara baja fue el 70/24, de desregulación económica –nave insignia del Gobierno de Javier Milei– que continúa vigente.
Que mañana no hubiese dictamen tampoco devendrá en inconveniente. Es que, luego del envío del DNU al Congreso –la Casa Rosada tenía 10 días para girarlo al Congreso–, la comisión cuenta con un plazo idéntico para firmar un despacho. En caso de no hacerlo y, cumplido dicho tiempo, el tema quedará habilitado para votarse en ambos recintos.