La rodilla es una articulación clave para el movimiento, estabilizar el cuerpo y amortiguar impactos. Si no se cuida adecuadamente, resulta frecuente que se sufran lesiones, sobre todo si se realizan deportes especialmente de impacto. Por tal motivo, los expertos recomiendan tener determinados cuidados.

"La rodilla es vital para la realización de actividades cotidianas y deportivas. Sin una rodilla funcional, la movilidad se vería gravemente afectada, se alteraría la postura y mecánica corporal, y provocaría dolor y lesiones en otras articulaciones", afirman.

Lesiones frecuentes en las rodillas

Se trata de una articulación especialmente vulnerable a raíz de su constante carga y variedad de movimientos que debe realizar. En tal sentido, las lesiones pueden ser resultado de una combinación de factores como el sobreuso, anatomía individual, movimientos bruscos o traumáticos, desequilibrio muscular o el envejecimiento.

Al soportar gran parte del peso del cuerpo, especialmente durante actividades como caminar, correr, saltar o subir escaleras, se genera un estrés continuo en la rodilla. "Esto, combinado con movimientos repetitivos, aumenta el riesgo de desgaste del cartílago. A su vez, la rodilla está involucrada en una serie de movimientos repetitivos que pueden causar lesiones por sobrecarga o uso excesivo como tendinitis o bursitis", agregaron.

Las lesiones más frecuentes

Tanto hombres como mujeres sufren lesiones habitualmente, con algunas diferencias en prevalencia y tipo de lesión a raíz de factores anatómicos, hormonales y de actividad física.

En el caso de las mujeres, hay más riesgo de lesiones en el ligamento cruzado anterior (LCA) y de padecer problemas vinculados a la rótula y laxitud ligamentosa. Los hombres, por su parte, tienden a sufrir más lesiones en meniscos y en el ligamento colateral medio (LCM), especialmente debido a deportes de contacto.

Tips para cuidar las rodillas

Por todo lo expuesto, los expertos recomiendan:

-Mantener un peso saludable para reducir la presión sobre las rodillas.

-Fortalecer los músculos de las piernas para mejorar la estabilidad.

-Estirar y mejorar la movilidad para mantener el rango de movimiento y prevenir lesiones.

-Usar calzado adecuado que brinde tanto soporte como amortiguación.

-Evitar tanto movimientos bruscos como también un excesivo impacto para proteger la articulación.

Fuente: Europa Press.