En los últimos días, la economía argentina ha enfrentado una serie de desafíos que han generado una notable volatilidad en los mercados. El anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, junto con el presidente del Banco Central (BCRA), Santiago Bausili, sobre un canje de bonos del BCRA por los del Tesoro para los bancos no logró calmar las aguas, y los resultados no se hicieron esperar: los activos argentinos sufrieron fuertes caídas tanto en Wall Street como en la bolsa porteña. Los bonos en dólares cayeron hasta un 4,8% y los ADRs hasta un 9,6%, con el riesgo país superando los 1.500 puntos básicos.

Este contexto de incertidumbre también afectó de manera significativa a los títulos soberanos y a los papeles bancarios. Los bonos en dólares más afectados fueron el Bonar 2041 (-4,8%), el Global 2046 (-4,1%) y el Global 2029 (-3,6%). Estos descensos impulsaron el riesgo país, medido por JP Morgan, que subió 50 unidades (+3,4%), alcanzando los 1.506 puntos básicos.

El impacto en el mercado de valores fue igualmente notable. El índice S&P Merval cayó un 1,7%, cerrando en 1.584.263 unidades, después de haber finalizado junio con una pérdida del 2,4%. Las acciones bancarias fueron las más golpeadas, con Grupo Supervielle liderando las caídas (-4,2%), seguido por Banco Macro (-4,1%), Banco BBVA (-3%) y Banco Galicia (-2,7%).

A nivel internacional, las acciones argentinas en Wall Street también se vieron seriamente afectadas. Los papeles de Supervielle se desplomaron un 9%, Grupo Financiero Galicia un 5,1%, BBVA un 4,3%, mientras que Edenor y Transportadora de Gas del Sur cayeron un 5,3% y un 4,2%, respectivamente.

La reacción de los mercados refleja una falta de confianza en las medidas anunciadas. Un experimentado trader del mercado señaló que, aunque hubo subas importantes a principios de año debido al cambio de gobierno, las expectativas de una salida más tardía del cepo y la falta de precisiones en los anuncios recientes han generado inquietud. Las expectativas no cumplidas de una recuperación más rápida se suman a la incertidumbre sobre la efectividad de la segunda etapa del plan de estabilización económica presentado por Caputo y Bausili.

El plan de Caputo incluye la eliminación total de los pasivos remunerados del BCRA, que serán transferidos al Tesoro, lo cual implica un mayor compromiso fiscal por parte del Gobierno. Según Caputo, estas medidas deberían contribuir a la desinflación y, en última instancia, impactar positivamente en la economía cotidiana de los argentinos. Sin embargo, la respuesta del mercado sugiere que aún queda camino por recorrer para recuperar la confianza de los inversores.

En medio de este panorama complejo, la provincia de Córdoba ha decidido colocar deuda por $40.000 millones, obteniendo el visto bueno del BCRA. Esta decisión muestra que, a pesar de las dificultades actuales, hay actores en el mercado dispuestos a apostar por la recuperación económica a largo plazo. Sin embargo, los inversores seguirán observando de cerca las políticas del gobierno y la evolución de la situación económica.

En cuanto a las inversiones de junio, solo cinco acciones lograron vencer a la inflación, lo que destaca la volatilidad y los desafíos del mercado actual. La capacidad de identificar estas oportunidades será crucial para los inversores que buscan proteger sus activos en un entorno tan incierto.