Hay una vieja premisa en el mundo de los negocios que dice que "no es lo que sabés, sino a quién conocés". Sin embargo, en la noche del pasado 28 de noviembre, bajo las luces del Complejo Centro Castilla, quedó demostrado que esa frase está incompleta. En la actualidad, lo que realmente mueve la aguja del crecimiento no es sólo a quién conocés, sino quién confía en vos lo suficiente como para recomendarte. Ese fue el espíritu que se respiró durante el lanzamiento oficial de BNI Avanza, el octavo grupo de esta organización internacional que se consolida en Rosario y que promete cambiar la dinámica comercial de las pymes locales.
El evento no fue una simple reunión social ni un cóctel de fin de año más. Fue la materialización de un trabajo silencioso y estratégico que venía gestándose hace meses. Empresarios de diversos sectores —desde la construcción y la publicidad hasta la consultoría y el mercado inmobiliario— se dieron cita para formalizar una alianza que va a contramano de la intuición tradicional: colaborar en lugar de competir.
Rosario se ha convertido, casi sin buscarlo, en el epicentro de esta movida a nivel nacional. La gestión de BNI Argentina tiene su corazón en esta ciudad y el impacto de los negocios cerrados aquí supera, curiosamente, a lo que sucede en Buenos Aires. La región ya cuenta con 330 asociados, sumando localidades como Casilda y Roldán, y se prepara para desembarcar en San Lorenzo y la capital provincial.
Pero, ¿qué es lo que hace que dueños de empresas con años de trayectoria decidan levantarse temprano cada semana para reunirse con otros pares? La respuesta la tiene la metodología. A diferencia de las cámaras tradicionales, aquí no hay dos personas del mismo rubro en un equipo. Esto elimina el recelo y abre la puerta a la complementariedad absoluta.
La construcción de un equipo de "elite" empresarial
Este movimiento acaba de dar un nuevo paso firme en la ciudad con el lanzamiento de BNI Avanza, No se trató de una reunión más; sino de la confirmación de que el empresariado local está madurando hacia una cultura de colaboración que prioriza el "ganar dando".
Y en este caso, el nacimiento de BNI Avanza tiene un matiz particular. Según relató Diego Ortiz, director consultor del equipo y fundador de Núcleo Consulting, la génesis de este grupo fue deliberada y ambiciosa. Junto a Eugenio Picazo, director de Crecimiento de BNI, se propusieron crear un espacio con una impronta diferente: convocar a empresas de alto prestigio y larga trayectoria en la ciudad.
El proceso fue selectivo. Se buscó a referentes que no solo tuvieran un negocio sólido, sino que compartieran valores humanos. "Lo primero es la buena gente, la parte humana de ayudarnos entre nosotros", explicó Ortiz durante el evento. Esta selección meticulosa resultó en un equipo que nació robusto, con 25 miembros iniciales, una cifra superior al promedio de arranque de otros grupos. Entre ellos figuran nombres de peso en la industria de la construcción, el sector inmobiliario y los servicios profesionales.
La estrategia detrás de esta selección es clara: cuando uno recomienda a alguien, pone en juego su propia reputación. Por eso, al reunir a empresas con "espalda" y trayectoria, la velocidad con la que se genera la confianza —la moneda de cambio en este sistema— se acelera.
Eugenio Siri, gerente general de Grupo Madero y vicepresidente de este nuevo equipo, lo resumió con una claridad meridiana: "Uno en lo comercial a veces vende y ofrece su empresa constantemente. Acá lo que tenés es un grupo que vende por uno, que te conoce, que sabe lo que hacés y que confía en vos". Esa es la gran promesa de valor: transformar a 30 o 40 empresarios en tu fuerza de ventas externa, sin costo fijo salarial, pero con un compromiso moral de reciprocidad.
Más allá de la tarjeta de presentación: la filosofía del "Givers Gain"
Caminar por el salón del Centro Castilla esa noche permitía escuchar conversaciones que iban más allá de la coyuntura del dólar o la inflación. Se hablaba de oportunidades, de alianzas y, sobre todo, de cómo ayudar al otro. Francisco Cabanellas, titular de Viamax Publicidad Exterior, destacó que el valor fundamental que los rige es el "ganar dando" (o Givers Gain en la terminología global de la organización).
"Es entregarnos o brindarnos con contactos y relaciones a nuestros colegas sin esperar nada a cambio", comentó Cabanellas. Puede sonar utópico en un mercado a veces voraz, pero la estructura de BNI está diseñada para que el pragmatismo y la generosidad convivan. Si yo te ayudo a conseguir un cliente, vos naturalmente vas a querer ayudarme a mí. Es la ley de la reciprocidad aplicada a la rentabilidad empresarial.
Para alguien que está evaluando sumarse, la inversión no es solo monetaria (hay una membresía anual), sino principalmente de tiempo. Cabanellas aconseja "invertir esas dos horas" para ver la metodología en acción. No es una charla de café; es una reunión con agenda, cronómetro y métricas de desempeño.
Este enfoque profesional es lo que diferencia a BNI de otros clubes sociales. Ignacio Feely, presidente de BNI Avanza y referente del sector inmobiliario, remarcó que se genera una sinergia donde uno termina aprendiendo más del negocio del otro que del propio. "Te terminás convirtiendo en una persona con conocimientos generales de muchos rubros y con una cartera de profesionales inmensa para poder referir", aseguró. Esto transforma al empresario en un solucionador de problemas para su propio círculo: si un cliente necesita un arquitecto, un abogado o un publicista de confianza, el miembro de BNI tiene el contacto directo y calificado.
El "Lado B" de los negocios: asados, pádel y capital social
Sin embargo, no todo son planillas de Excel y referencias cruzadas. Durante el lanzamiento, hubo un concepto que resonó con fuerza: la soledad del empresario pyme. En un contexto de incertidumbre, tener un grupo de pertenencia funciona como una red de contención.
Diego Ortiz lo definió como la "parte B" del networking. Ya se han generado campeonatos de pádel y asados entre los miembros de BNI Avanza. "Creamos mucha sinergia entre nosotros", afirmó. Este capital social es intangible en el balance contable, pero vital para la salud del negocio y del empresario. Eugenio Picazo subrayó que, en tiempos difíciles, estos espacios brindan un acompañamiento que antes no existía. Al no haber competencia dentro del grupo, se puede hablar con libertad de problemas, costos y estrategias, encontrando en el otro una oreja dispuesta y, muchas veces, una solución probada.
Este aspecto humano es el combustible que hace que la maquinaria de referencias funcione. Cuando la relación trasciende lo estrictamente transaccional, la recomendación fluye con naturalidad. Matías Cerchi, quien actúa como embajador BNI acompañando al nuevo grupo, destacó que el potencial de este equipo "no tiene techo" precisamente por la calidad de la gente. "Después de 7 años en BNI, sigo teniendo esa adrenalina y necesidad de seguir conociendo gente y generando relaciones", confesó, evidenciando que el sistema no se agota en el corto plazo.
La expansión federal y el futuro del networking
La noche en el Centro Castilla no solo celebró el nacimiento de un grupo, sino la consolidación de un modelo. El objetivo es llevar esta metodología, que ya funciona como un reloj suizo en Rosario, hacia otras grandes plazas del interior.
Córdoba es el próximo gran objetivo, donde ya cuentan con un partner local interesado en desarrollar la red. También hay conversaciones avanzadas para llegar a Neuquén y Mendoza. Además, la virtualidad ha permitido la creación de grupos federales para empresarios que no tienen un equipo presencial en su ciudad, demostrando la flexibilidad del modelo.
El impacto en la economía regional es tangible. Según el embajador BNI, Matías Cerchi, la llegada de equipos como BNI Avanza "cambia la forma en que la comunidad hace negocios". Se pasa de la venta en frío, que cada vez tiene menos efectividad y más costo, a la venta por referencia calificada, que tiene una tasa de cierre inmensamente superior.
La inauguración de BNI Avanza deja una señal clara para el ecosistema de negocios de Rosario y la región: el aislamiento es el mayor riesgo para una pyme. En un mundo hiperconectado, paradójicamente, la conexión humana real, cara a cara y basada en la confianza, se ha convertido en el activo más valioso.
Los empresarios que se dieron cita el 28 de noviembre entendieron que para crecer, a veces hay que dejar de mirar la propia caja registradora y empezar a mirar cómo ayudar al de al lado. Porque, al final del día, en una economía de relaciones, el que más da es, invariablemente, el que más recibe.

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