Después de más de dos décadas, encontraron el cuerpo del alpinista estadounidense William Stampfl, sorprendido por una avalancha en el monte Huascarán, Perú, en junio de 2002. Tenía 59 años en ese momento y estaba con otros dos escaladores: Steve Erskine, encontrado poco después de la tragedia; y Matthew Richardson, aún desaparecido. 

Según dio a conocer el medio británico The Sun, la búsqueda de Stampfl, que duró 22 años, llegó a su fin a principios de julio, cuando la policía peruana confirmó que su cuerpo fue descubierto cerca de un campamento a 5.200 metros sobre el nivel del mar. Creen que el cadáver quedó expuesto como resultado del derretimiento del hielo debido al cambio climático.

Debido a las gélidas temperaturas, el cuerpo del Stampfl pudo ser preservado y fue posible identificarlo inmediatamente gracias a que llevaba su pasaporte entre sus prendas. 

El Huascarán, en la Cordillera Blanca de los Andes occidentales, es la cuarta montaña más alta de Sudamérica, con más de 6.700 metros sobre el nivel del mar. Cientos de personas escalan el pico cada año, aunque se estima que llegar a la cumbre lleva alrededor de una semana con un guía.

El año pasado también se descubrieron en los Andes los restos momificados de una mujer desaparecida en 1981. Marta Emilia Altamirano, de 20 años, murió trágicamente durante una expedición en marzo de ese año, y fue encontrada en el hielo del glaciar del Cerro Mercedario, el pico más alto de la Cordillera de la Ramada, en enero del año pasado.