Raúl Rizzo habló por primera vez de la muerte de su hija. A seis meses del fallecimiento, el actor abrió su corazón y explicó que le costó mucho volver a trabajar y que siente la presencia de la joven con él. 

Fue muy complejo, duro y tremendo volver a trabajar después de la muerte de mi hija, que fue totalmente inesperada. Este año arrancó de una manera muy dolorosa, pero la llevo conmigo a donde vaya, está más adentro mío que nunca”, aseguró en diálogo con Juan Etchegoyen en Mitre Live.

 “Ella sube al escenario y baja conmigo de ahí, ella saluda conmigo cuando agradezco lo que me dice la gente. Ella ensaya conmigo cuando me toca ensayar. Ella siempre está y siempre va a estar conmigo, no se va a separar de mí jamás”, expresó conmovido. 

Además, el actor explicó que cree en las señales."Hace bien creer en ese tipo de cosas. Me pasó algo que podría mencionarte. A mi hija le gustaban mucho los gatos, siempre tenía dos o tres con ella y, un día, se apareció una gatita toda mojada, una cachorrita, muy chiquita. Le salvamos la vida y la adoptamos. Creo que es una señal”, contó. 

“La tenemos acá con nosotros y le pusimos de nombre China. Apareció y la envió mi hija; está mi hija ahí”, cerró.

Anahí Rizzo tenía 34 años, era la hija mayor de Raúl y estaba en su departamento del barrio porteño de Constitución cuando comenzó a tener dificultades para respirar, sufrió vómitos y posteriormente un infarto mientras su novio intentaba socorrerla.