El juez Fernando Sosa dictó la prisión preventiva por el plazo de ley para Matías Rodríguez, el joven de 18 años que en la madrugada del domingo apuñaló mortalmente al futbolista Milton Lautaro Daniel Sosa Ríos, de 20, en el barrio Villa América de Pérez. A su vez, el padre del acusado fue llevado a audiencia imputativa por efectuar disparos frente a una muchedumbre que pretendía hacer justicia por mano propia. Este hombre recuperó la libertad: los tiros no impactaron en persona alguna y el hecho de que tenía autorización para la tenencia del arma resultó un atenuante.
De acuerdo con los testimonios incorporados por la investigación de la fiscal Georgina Pairola, el homicidio de Milton ocurrió durante un cumpleaños de 15 que se desarrollaba en una casa de Rearte al 2100, y que en plena madrugada había congregado a más gente de la esperada. Milton, que era vecino, estaba invitado y decidió asistir con su novia, una joven a la que conocía hacía dos meses.
Por razones que nadie supo explicar y que acaso obedezcan a rencores adolescentes, el futbolista del Club Mitre tuvo un encontronazo con Rodríguez, que se había acercado a pernoctar en el cumpleaños con un grupo de amigos y lo desafió a pelear mano a mano en la esquina de la fiesta.
Milton no se achicó y la refriega, en ese momento, no pasó a mayores.
Ofuscado, el joven decidió regresar a su casa con su novia. Pero al llegar advirtió que no tenía el celular en el bolsillo y volvió hacia la calle, donde aún quedaba gente. Alguien, se cree, le dio un dato erróneo: “Matías tiene tu celular”.
Fue así que Milton corrió hacia donde estaba su contrincante, sin figurarse siquiera que serían sus últimos minutos con vida. Rodríguez lo atacó sin más con un cuchillo tipo tramontina. “Se dio vuelta y lo apuñaló. No le dijo nada, solo lo apuñaló”, declaró un testigo.
Prácticamente en ese momento, el teléfono apareció, pero ya tarde. “Me lo dio un chico que no sé quién era. Me lo dio en el momento en que le dijeron a Milton que el que tenía el celular era Matías. Milton ya había ido atrás de Matías y yo salí a perseguirlo con el celular, pero ya no me dio bola”, declaró un testigo.
Malherido, Milton caminó una cuadra antes de caer, mientras desde varios teléfonos pedían por una ambulancia que nunca llegó. La espera se tornó desesperante. Por ello, lo cargaron en el auto de un vecino y, antes de las 5, lo llevaron agonizando hasta el Centro de Salud El Gurí, donde los familiares recibieron como un mazazo la noticia de su fallecimiento. Allí se registraron disturbios y la Policía acordonó el efector para evitar que los destrozos pasaran a mayores.
En la casa de una familiar ubicada en Pinasco y Rearte, cerca del cumpleaños y de la escena de la agresión, a las 5.30 fue detenido el agresor Rodríguez, que luego terminó atendido en el Samco de Soldini. El Comando Radioeléctrico también aprehendió a su padre, por efectuar disparos con una pistola calibre .380 de su propiedad.
Padre e hijo, oriundos de la provincia de Chaco y radicados en Soldini, comparecieron ante el juez Sosa para escuchar las imputaciones. El mayor fue acusado de abuso de arma y portación ilegítima de arma de fuego, atenuada por la autorización de tenencia, y recuperó la libertad. No así su hijo, quien quedó detenido por homicidio con prisión preventiva por el plazo máximo de ley.



