Herbicidas, fletes y maquinaria: ¿cómo está el poder de compra de la soja?

En octubre se observó una mejora respecto de la campaña anterior, aunque el balance sigue siendo dispar frente al promedio de los últimos cinco años

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Coninagro presentó su informe mensual que analiza el poder de compra de seis productos clave de la producción agropecuaria en Argentina: soja, maíz, trigo, ternero, novillito y leche. Este indicador mide la capacidad de estos productos para adquirir una amplia gama de insumos, costos e inversiones del sector agropecuario, que incluyen herbicidas, fletes y maquinaria, y 20 variables más que se analizan.

El estudio tiene por objetivo monitorear cómo evolucionan las relaciones entre precios y costos en el agro, proporcionando una herramienta clave para evaluar la competitividad de los productores. Este enfoque, basado en un análisis insumo-producto, permite observar integralmente las dinámicas de costos y precios, ofreciendo una perspectiva valiosa sobre la competitividad del sector.

En esta edición, el informe pone el foco en la soja, que además de funcionar como referencia clave para la producción agrícola, ha tenido importantes cambios en las relaciones insumo producto por el efecto residual en los precios de la eliminación temporal de los Derechos de Exportación.

En octubre se observó una mejora respecto de la campaña anterior, aunque el balance sigue siendo dispar frente al promedio de los últimos cinco años. Las mayores ganancias se dieron en fitosanitarios, con un aumento del poder de compra del 13%, y en tierra: para adquirir una hectárea en zona maicera bastaron 57 toneladas de soja, 1% menos que un año atrás.

La comparación con el promedio quinquenal revela contrastes. Para comprar un litro de glifosato se necesitaron 14 kg de soja, una mejora del 29% en el poder de compra. En cambio, frente a los fertilizantes la relación se deterioró: hicieron falta 2,8 kg de soja por cada kilo de DAP, lo que implica una caída del 9% en el poder de compra.

Las inversiones de capital muestran un mayor deterioro. El precio de un tractor equivale hoy a unas 480 toneladas de soja, esto es un 34% más que el promedio de las últimas cinco campañas (aproximadamente 122 toneladas adicionales). Cosechadoras y sembradoras registran una dinámica similar: la soja perdió en torno al 20% de su poder de compra frente a estas inversiones si se la compara con el promedio histórico reciente.

Los costos operativos también presionan. Pagar el salario mensual de un trabajador rural demandó 2,2 toneladas de soja, un 31% más que el promedio histórico (alrededor de media tonelada extra), mientras que el flete de 300 km por tonelada requirió 103 kg de soja, una pérdida de poder adquisitivo del 14% frente al promedio de los últimos cinco años.

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