Las principales entidades financieras del país difundieron un comunicado en el que rechazaron la posibilidad de que las billeteras virtuales puedan empezar a pagar salarios y jubilaciones, como vienen solicitando algunas fintech en los últimos años. Los bancos argumentan que esta modificación generaría mayores riesgos para los trabajadores, los jubilados y la estabilidad del sistema financiero.
El texto recuerda que, hasta mediados de la década de 1990, los sueldos y haberes previsionales se pagaban en efectivo, conforme lo establecía la legislación laboral. Sin embargo, en un contexto de creciente bancarización y expansión de los medios electrónicos de pago, el Banco Central promovió una reforma legal para permitir la acreditación en cuentas bancarias. Desde entonces, todas las remuneraciones deben depositarse en cuentas a nombre del trabajador en entidades autorizadas.
Según el comunicado, las billeteras virtuales buscan ofrecer “cuentas sueldo” y prestaciones previsionales sin estar reguladas ni supervisadas por el Banco Central, y sin ofrecer garantías sobre los fondos depositados. Los bancos sostienen que, si bien esto beneficiaría al negocio de las fintech, implicaría “mayor riesgo para los empleados y jubilados, contingencias para el Estado, afectación a la generación de crédito para empresas y personas y un incremento del riesgo sistémico”.
Uno de los puntos centrales es la seguridad: las entidades financieras están sujetas a regulaciones prudenciales nacionales e internacionales, aportan al sistema de garantía de depósitos y deben superar evaluaciones de idoneidad técnica y moral para operar. Según destacan, en las últimas tres décadas no se registraron pérdidas ni demoras en el pago de haberes, incluso durante períodos de crisis como el default, el “corralito”, la pandemia o los distintos controles cambiarios.
“Quienes promueven relajar las condiciones deben ser conscientes de que exponen a trabajadores y jubilados al riesgo de perder sus haberes”, advierten.
El documento también alerta sobre el impacto en el crédito. Cuando los fondos se alojan en billeteras virtuales, estas los colocan mayoritariamente en Fondos Comunes de Inversión. Al volver a los bancos, esos recursos se consideran institucionales y no pueden utilizarse para financiar préstamos, por su naturaleza volátil. Esto, afirman, reduce la capacidad de crédito para personas y empresas.
Además, advierten sobre el crecimiento de la “banca paralela”, al indicar que los fondos de ahorro fuera del sistema supervisado ya superan los cinco billones de pesos, sin regulación prudencial. A mayor volumen de intermediación por fuera del sistema formal, mayor es el riesgo para la estabilidad financiera.
El comunicado enfatiza que los trabajadores y jubilados ya cuentan con total libertad para transferir sus fondos a billeteras virtuales sin costo una vez acreditados sus haberes. También señalan que las cuentas sueldo y previsionales son gratuitas y que existe una fuerte competencia entre bancos, con beneficios y promociones para captar clientes.
En su conclusión, las entidades financieras califican el sistema actual de pagos como “una política de Estado exitosa” y consideran que no hay beneficios —pero sí importantes costos y riesgos— en permitir que las billeteras virtuales administren el pago de haberes sin las exigencias aplicadas a los bancos.

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