El presidente de Estados Unidos Donald Trump mantuvo el fin de semana pasado una comunicación directa con Nicolás Maduro, en la que advirtió que Estados Unidos incrementará las acciones militares si el líder chavista no abandona el poder en Venezuela en un plazo breve. Y tras aquel intercambio, el mandatario republicano lanzó una advertencia que fue repudiada por el gobierno venezolano.

"A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: les rogamos que consideren que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores permanecerá cerrado en su totalidad", escribió Trump en un posteo compartido en su red social, Truth Social.

El aviso llegó en medio de un fuerte despliegue militar estadounidense en el Caribe, que incluye al portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald R. Ford, y más de una decena de barcos, aviones de combate y 12.000 efectivos. El objetivo declarado es combatir a las organizaciones de narcotráfico que operan bajo la protección del régimen chavista.

Ante la advertencia que lanzó el mandatario estadounidense este sábado, el gobierno de Nicolás Maduro emitió un comunicado en el que resaltó su “denuncia y condena la amenaza colonialista” que, denunciaron, intenta afectar la soberanía del país sobre su espacio aéreo.

El gobierno venezolano señaló que las declaraciones del presidente de Estados Unidos constituyen “una agresión extravagante, ilegal e injustificada” contra el pueblo.

En el documento, Venezuela repudia “con absoluta contundencia” la intención de Washington de “aplicar extraterritorialmente su jurisdicción” y acusa a EE.UU. de intentar “dar órdenes y amenazar la soberanía del espacio aéreo nacional, la integridad territorial y la seguridad aeronáutica”.

De igual forma, considera que este tipo de declaraciones representan “un acto hostil, unilateral y arbitrario, incompatible con los principios elementales del Derecho Internacional”. También sostiene que estas acciones demuestran “una política permanente de agresión” con “pretensiones coloniales” sobre América Latina y el Caribe.

El comunicado asegura que el anuncio de Trump constituye “una amenaza explícita de uso de la fuerza”, según lo establecido por la Carta de las Naciones Unidas.

“Venezuela exige respeto irrestricto a su espacio aéreo, protegido por la OACI y por el Convenio de Chicago de 1944″, cuyo Artículo 1 reconoce la "soberanía exclusiva y absoluta" sobre la zona aérea de cada Estado, se agrega en el documento oficial.

Asimismo, se advierte que Venezuela no “aceptará órdenes, amenazas ni injerencias provenientes de ningún poder extranjero”.

En el comunicado, también se denuncia que Estados Unidos suspendió unilateralmente los vuelos regulares para repatriación de ciudadanos venezolanos dentro del Plan Vuelta a la Patria, del que –según se indica– ya se habían realizado 75 vuelos para un total de 13.956 repatriados.

En este contexto, el gobierno venezolano hizo “un llamado directo a la comunidad internacional”, a la ONU y a los gobiernos del mundo para que rechacen “este acto de agresión inmoral” que representa “una amenaza contra la soberanía y la seguridad de la región”.

Por último, sostiene que responderá con “dignidad, legalidad y fuerza” y asegura que continuará ejerciendo “plenamente su soberanía” sobre el espacio aéreo.

Llamado entre Trump y Maduro


Según trascendió, del llamado participó el secretario de Estado y consejero de Seguridad Nacional, Marco Rubio, una señal de que la actual administración republicana dejó atrás estrategias alternativas, como eventuales acuerdos petroleros, que se barajaban dentro de la Casa Blanca para impulsar una transición política en Caracas.

Durante la charla, Trump no ofreció una hoja de ruta ni un espacio de negociación. Por el contrario, reafirmó que su objetivo es desarticular los carteles narcos que, según sostiene, operan bajo protección del Palacio de Miraflores. También exigió que, junto con Maduro, abandonen el país las principales figuras del chavismo vinculadas al poder político y económico, entre ellas Diosdado Cabello, Vladimir Padrino y los hermanos Rodríguez, Delcy y Jorge.

En un momento inicial del acercamiento entre Washington y Caracas se evaluó permitir una salida de Maduro dejando la transición en manos de Delcy y Jorge Rodríguez. Ese escenario ya no está sobre la mesa: Trump reclama una retirada completa de la cúpula chavista.

Tras la conversación con Maduro, Estados Unidos dio un paso más: el Departamento de Estado confirmó la designación del Cartel de los Soles (liderado, según Washington, por el propio Maduro) como Organización Terrorista Extranjera (FTO). Esa calificación habilita nuevas herramientas jurídicas y financieras para cercar al régimen, mientras el Pentágono mantiene un despliegue militar frente a las costas venezolanas.

Solo Trump y Rubio conocen los próximos movimientos, pero en el entorno presidencial aseguran que la escalada se intensificará entre diciembre y mediados de enero, con objetivos centrados en la estructura operacional del Cartel de los Soles.

“Probablemente han notado que las personas ya no quieren entregar drogas por mar. Empezaremos a detenerlos por tierra y será más fácil”, dijo Trump en una videoconferencia con militares durante el Día de Acción de Gracias, en una frase que anticipa nuevas acciones.

En Venezuela, los referentes opositores Edmundo González Urrutia y María Corina Machado esperan que Maduro deje el poder para encabezar una transición democrática. En Washington creen que esa salida podría estar más cerca si continúan aumentando la presión internacional y militar.