Cuando Sebastián Zunino marcó el final del partido en Tucumán entre Atlético y Godoy Cruz se consumó la salvación de Newell’s, que un día antes había dado el golpe en cancha de Huracán con un grupo de jugadores comprometidos con la causa, consustanciados con la necesidad de, como mínimo, dejar todo en la cancha.

Inmediatamente asegurada la continuidad en la Liga Profesional, afloraron una catarata de situaciones que lo llevaron a Newell’s a casi perder la categoría. Por eso, es imprescindible que la nueva dirigencia, la que sea, la que asuma tras las elecciones del 14 de diciembre, tenga memoria. Que no cometa los horrores de estos últimos cuatro años.

Darío Benedetto, Martín Fernández Figueira, Williams Barlasina, Gaspar Iñíguez, Fabián Noguera, Juan Espínola, Franco Orozco y Josué Colmán. Ese es el último mercado de pases de Newell’s. Memoria.

Foto: Alan Monzón/Rosario3

A propósito, se podrían enumerar futbolistas que llegaron en mercados anteriores, pero la nómina sería interminable. También se incluye a algunos entrenadores que vaya a saberse por cuáles motivos y qué méritos se pusieron el buzo rojinegro.

Es muy larga la lista de desatinos, pero el fútbol, más bien los resultados, marcarán el pulso de una gestión que debe establecer una política de contrataciones que no tiene permitido fallar.

Una institución de primera división se consolida alrededor de sus resultados deportivos.

Nadie reconoce la construcción de una nueva tribuna, que no deja de ser una gran obra, pero que no estuvo acompañada de buenos resultados. Más bien todo lo contrario.

Astore se va de la presidencia envuelto en la desaprobación de los hinchas leprosos (Alan Monzón/Rosario3)

Frente a Huracán, el mediocampo de Newell’s estuvo integrado por Guch, Regiardo y Valentino Acuña, tres juveniles de la casa que dieron la cara en reemplazo de varios experimentados que no estuvieron a la altura de las circunstancias.

Las lágrimas de Ever Banega fueron conmovedoras tras el triunfo en Parque Patricios, pero eso no disimula su flojísimo rendimiento de los últimos tiempos. Teniendo en cuenta que es el capitán y el líder del equipo, la dirigencia que asuma debe pensar cuál es el futuro de Ever si es que hay chances de que continúe.

Se toma la referencia del líder del equipo porque en Newell’s todo está, o debe estar, sujeto a revisión.

Luciano Herrera y Charly González no son jugadores brillantes, pero sí se puede descansar sobre su esfuerzo, su entrega y, fundamentalmente, su compromiso con la causa.

Nadie reconoce la construcción de una nueva tribuna, que no deja de ser una gran obra, pero que no estuvo acompañada de buenos resultados

Ese debe ser el piso para las contrataciones futuras. Y el ejemplo del mediocampo que jugó frente a Huracán, que para la historia de Newell’s no debería ser una novedad, es el otro punto a tener en cuenta. ¿Cuántos juveniles fueron bloqueados por la llegada de futbolistas cuyos aportes fueron nulos o casi nulos? La lista es inmensa.

La permanencia le dio otra oportunidad a Newell’s. Cuando parecía que el castillo se derrumbaba, apareció la salvación.

La refundación debe comenzar por el fútbol porque, quedó escrito, nada puede construirse sin resultados.
Son varios los frentes abiertos que la institución debe emprolijar para que Newell’s vuelva a ser Newell’s. Les llevará tiempo. Memoria.