En el marco del Octubre Rosa que acaba de finalizar, especialistas coinciden en que el mensaje más importante debe continuar reforzándose todo el año: “La detección temprana salva vidas”. En este aspecto, sostienen que la mamografía continúa siendo la principal herramienta para diagnosticar el cáncer de mama en etapas iniciales.
En este aspecto y en diálogo con Rosario3, la oncóloga Dra. Alejandra Bartoli perteneciente al Centro Médico Proar, explicó que “la herramienta más importante para la detección precoz es, de parte de la paciente, hacerse la mamografía”, mientras que del lado de los profesionales “es clave examinar correctamente la mama y saber interpretar los estudios”.
Asimismo, la médica del área de Patología Mamaria de Proar, Dra. Cecilia Arballo, coincidió y agregó que se trata del método más eficaz, ya que ha demostrado “reducir la mortalidad por cáncer de mama al detectar tumores pequeños y potencialmente curables”. Según sostuvo, la ecografía y, en algunos casos, la resonancia, completan las herramientas de pesquisa.
El comienzo de los controles
Respecto de cuándo comenzar con los controles, ambas especialistas remarcaron la importancia de iniciar la evaluación de riesgo a edades tempranas y adecuar los estudios según los antecedentes. “La edad de inicio de la mamografía, según la Asociación Argentina de Mastología, es de 40 años”, señaló la Dra. Bartoli, aunque aclaró que en mujeres con antecedentes familiares el seguimiento puede comenzar antes.
Por su lado, la Dra. Arballo complementó: “Alrededor de los 25 años se recomienda la primera consulta ginecológica para evaluar factores de riesgo y antecedentes. La mamografía anual se indica en mujeres asintomáticas a partir de los 40, salvo que deban iniciarse antes por historia familiar”.
Sobre la autoexploración mamaria, ambas coincidieron en su papel complementario, por lo que no es correcto considerarlo como única herramienta de chequeo. En este aspecto, la Dra. Bartoli sostuvo que “es importante que una mujer conozca sus mamas, pero la autoexploración no es una herramienta de detección precoz”, mientras que la Dra. Arballo propuso adoptar el concepto de “conciencia mamaria”, entendida como la atención a los cambios corporales y la consulta temprana: “No hay evidencia de que disminuya la mortalidad, por eso no se recomienda como método de tamizaje, pero sí contribuye al autoconocimiento y a consultar ante cualquier alteración”.
Factores de riesgo y mitos a derribar
Tanto los factores de riesgo modificables como los hábitos saludables ocupan un rol central en la prevención, con los chequeos como herramienta indiscutible. En cuanto a hábitos de vida, la recomendación es clara: mantener un peso adecuado, realizar actividad física, limitar el alcohol y evitar el tabaco.
Entre los mitos más frecuentes, las especialistas coinciden en que uno de los más prevalentes es “creer que si no hay antecedentes familiares, no hay riesgo”. Por este motivo, alientan a la consulta y los controles de rutina, ya que los antecedentes familiares suman un factor de riesgo aunque no es el único. “Ser mujer y cumplir años ya constituiría un riesgo por sí mismo”, indicaron.
Por su lado, la Dra. Arballo sumó otras creencias erróneas aún instaladas: “No hay evidencia de que la mamografía cause cáncer ni de que los antitranspirantes, los golpes o los corpiños con aro lo provoquen”.
Otro de los mitos gira en torno a que si se es hombre no se puede tener cáncer de mama, lo cual es incorrecto ya que, en menor porcentaje, los hombres también pueden padecer esta enfermedad. Para ello alientan a consultar ante cualquier anormalidad vista en su tetilla o zona, así como también chequearse si cuentan con antecedentes de cáncer de mama en familiares de consanguineidad como madres, abuelas o hermanas.
Desde el Centro Médico Proar, el compromiso es integral. Se busca generar conciencia, facilitar controles y acompañar. “No se trata solo de detectar la enfermedad, sino de educar, acompañar con empatía y trabajar de manera interdisciplinaria”, afirmó la Dra. Arballo. Asimismo, la Dra. Bartoli destacó la importancia de mantener la concientización todo el año: “Octubre es todo el año. Prevenir es muy importante, porque si es una enfermedad tomada a tiempo por supuesto que se cura”.
El mensaje final apunta tanto a mujeres como a hombres. “Hay que perderle miedo al diagnóstico”, concluyó la Dra. Bartoli. La detección a tiempo resulta determinante.
El Centro Médico PROAR se encuentra en Güemes 2349. Para más información, cuentan con su sitio web oficial (proar.com.ar), redes sociales (Instagram @centromedicoproar y @donarvidarosario y Facebook @proarcentromedico) y WhatsApp (341 329 1299).



