Los juanetes, también llamados hallux valgus, constituyen una de las deformidades más comunes del pie, sobre todo en mujeres. Causan dolor, dificultad para caminar, problemas en la planta del pie y en otros dedos (dedos en garra, metatarsalgia), aparte de deformidades. Si bien existe una predisposición genética, también hay factores como el uso de calzado estrecho o de taco, la edad, y algunos aspectos biomecánicos del pie que aumentan el riesgo.
Expertos recuerdan que, detectar la deformidad a tiempo y usar un calzado adecuado, puede retrasar la aparición de juanetes. A su vez, destacan que la cirugía sólo se recomienda cuando el dolor persiste pese al tratamiento conservador.
Factores que influyen
Existen dos factores que influyen en la prevalencia de esta enfermedad: el sexo femenino y la edad avanzada.
“Los estudios avalan que existe una predisposición genética de tipo familiar, con una afectación mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres, y con una relación de 9:1. Por otro lado, en mujeres mayores de 65 años la prevalencia es mucho mayor llegando hasta un 35%”, indicaron.
El origen, sin embargo, es multifactorial. Una combinación de factores intrínsecos y ambientales, entre los que se encuentran factores genéticos (herencia), aspectos biomecánicos del propio pie del paciente, como son la fórmula metatarsal o digital del pie; así como la laxitud ligamentosa, o la hipermovilidad del primer radio.
“Dentro de los factores ambientales el uso de zapato estrecho y el taco de forma continuada es el que más influye en la aparición de esta deformidad”, agregaron.
Prevención
En la actualidad no se pueden prevenir los juanetes, dado que su origen en muchas ocasiones es multifactorial. Además, existe una predisposición genética del paciente sobre la que no se puede actuar para la prevención de la aparición de la deformidad.
“Ahora bien, sí podemos actuar sobre los factores ambientales y biomecánicos para intentar retrasar la aparición de la deformidad, aunque no siempre se consigue. Es recomendable la utilización de un zapato de ancho, y con buen soporte del arco plantar, así como la realización de ejercicios de estiramiento y de fuerza de la musculatura del pie”, destacaron.
En tal sentido, recomiendan acudir a especialistas ante la aparición de la deformidad ya que, según indicaron, en ocasiones el paciente cree presentar patología del hallux valgus cuando realmente presentan otras patologías como el hallux rigidus, o la sesamoiditis, que pueden producir clínica dolorosa, pero tienen otros tratamientos.
“Es conveniente que el paciente acuda a consulta del especialista cuando observe que se está produciendo una deformidad, o comience con dolor en el pie, para que pueda ser evaluado y diagnosticado de la patología que padece y se le den las recomendaciones oportunas”, resaltaron.
El diagnóstico resulta clínico y radiológico: “El paciente suele notar una prominencia medial en la base hallux del pie con enrojecimiento y engrosamiento cutáneo, doloroso a la palpación, y desviación del primer dedo hacia el segundo dedo. El médico especialista con la exploración física puede identificar la deformidad del hallux valgus y, si existen deformidades asociadas en el resto de los dedos, o en el mediopié y retropié, o problemas biomecánicos añadidos”.
Cirugía
La cirugía es indicada en pacientes con hallux valgus sintomático que no mejora con el tratamiento conservador: “El objetivo de la cirugía es la corrección de la deformidad para aliviar la sintomatología dolorosa que produce la enfermedad. La cirugía no estaría indicada sólo para la corrección estética de la deformidad sin sintomatología dolorosa asociada”.
En tal sentido, existen múltiples técnicas quirúrgicas descritas para la corrección del hallux valgus y, generalmente, la cirugía correctiva consiste en la actuación sobre partes blandas (tenotomías, ligamentoplastia, entre otras) y sobre el hueso (osteotomías correctivas o fusiones óseas); siendo la intervención quirúrgica una combinación de ambos gestos quirúrgicos.
“Además, en la misma intervención quirúrgica pueden ser necesarios la realización de gestos quirúrgicos sobre los dedos y los metatarsianos menores, sobre el mediopié o el retropié, para poder corregir las deformidades asociadas al hallux valgus. Generalmente, se trata de cirugía ambulatoria, donde el paciente es dado de alta a domicilio el mismo día de la intervención, y en la mayor parte de las ocasiones se permite el apoyo con un zapato ortopédico”, concluyeron.
Fuente: EFE.



