La población de palomas en Rosario parece, por momentos, estar fuera de control. En algunos espacios públicos la gran cantidad de aves obliga a reforzar los trabajos de limpieza, algo que también se extiende al ámbito privado donde muchos vecinos tienen que limpiar a diario la suciedad que generan y también eliminar los nidos que muchas veces intentan armar en balcones o ventanas.
El ejemplo extremo de esto último se dio a conocer el viernes al mediodía por vecinos de Sarmiento al 400 que denunciaron en De 12 a 14 (El Tres) tener el edificio tomado por palomas. Según sostienen, la gran población de aves en esa zona empezó a crecer cuando una vecina decidió empezar a alimentarlas con pan mojado que les arroja desde su ventana.
Consultado sobre cuál es el trabajo que el municipio está haciendo para controlar las palomas, el secretario de Ambiente y Espacio Público de Rosario, Luciano Marelli, contó en El mejor día de la semana (Radio 2) que ya llevan dos años con una prueba piloto que en octubre del 2024 se fue intensificando.
“Las palomas cuando empiezan a superar un umbral de población empiezan a generar problemas y molestias, sobre todo en lugares donde hay mayor densidad de edificios y en monumentos históricos. Desde hace algunos años venimos trabajando en el control de la población con alimentos rociados con un anticonceptivo”, detalló el funcionario.
Al ver que el procedimiento era efectivo, Marelli señaló que hace cuatro meses decidieron “profundizar el trabajo en el control poblacional”. “Avanzamos en 17 espacios de la ciudad que son principalmente plazas céntricas y algunas en los barrios como la plaza Libertad, la Buratovich y también el Hipódromo”, sostuvo.
Según explicó, lo que hacen es tirar maíz rociado con el anticonceptivo para que las palomas lo coman y pongan huevos “sin efecto reproductivo”. “En lugar del pichón se genera una especie de gelatina dentro del huevo”, indicó el funcionario.
“También venimos trabajando en el palomar ecológico en el parque Independencia donde se hacemos reemplazo de huevos que ponen las palomas a los fines de que vayan empollando pero huevos plásticos y esto hace que tampoco se reproduzcan”, agregó.
En su hábitat natural, las palomas tienen dos reproducciones anuales donde ponen dos huevos en cada una. “En ciudades donde encuentran condiciones favorables pueden poner hasta 5 veces por año. Por eso es importante trabajar en aplanar la curva de reproducción a los fines de poner a la población de palomas en un umbral que sea dentro de lo tolerable atento a que no es una plaga y entonces no podemos trabajar en el exterminio”, remarcó Marello.
En ese sentido, remarcó la importancia de que la población no alimente por su cuenta a las palomas. “En la ciudad ellas consiguen solas su alimento. El aporte de la ciudadanía a esto es evitar darles comida”, insistió.
“El control de la natalidad es un trabajo que va a llevar algunos años y los resultados se van a ir viendo con el tiempo”, concluyó el secretario de Ambiente municipal.